La anulación de la elección para gobernador del estado de Colima, es solo una muestra de lo que se viene para el 2018, anunció victorioso en varias entrevistas el presidente nacional del PAN, Ricardo Anaya, esta declaración tiene muchas aristas.

1.- El posible aumento de la judicialización del proceso electoral. ¿Más? Sí, por cómo se han desarrollado los últimos dos comicios electorales, es previsible que en las siguientes elecciones aumente el número de quejas y denuncias, lo cual dará paso a que entren al quite los tribunales con mayor frecuencia.

Esta herramienta ya es una estrategia de los partidos políticos, pero también demuestra en cierta medida la posible incertidumbre jurídica que prevalece. Debe haber mayor claridad en las reglas del juego, pues en algunos casos la autoridad es inflexible y en otros similares hay permisividad.

2.- Las causas de fondo. Es importante recordar que las elecciones para gobernador las ganó el PRI, aunque la diferencia haya sido solamente por 503 votos.

Y que la razón determinante para que se anularan los comicios, fue la intervención del secretario de Desarrollo Social, Rigoberto Salazar Velasco, quien admitió ante el Congreso local que es suya la voz en unos audios en los que ordenaba apoyar al candidato del PRI, José Ignacio Peralta.

Aún no se ha comprobado si el funcionario seguía órdenes del gobernador o actuaba en función de sus propios intereses, y como tampoco se ha señalado que Peralta estuvo involucrado, todavía tiene posibilidades de volver a contender, no por nada obtuvo 119 437 votos.

3.- En las próximas semanas, el Congreso local convocará a elecciones extraordinarias, mismas que seguramente estarán muy reñidas al igual que las que le anteceden, en esta ocasión es pertinente que el gobernador en este casi interino, realice un llamado a su gabinete para que jueguen limpio en pro de la democracia.

4.- En caso de que el funcionario estatal actuará siguiendo ?órdenes?, esta lección se debe tomar como referente para las 12 que gubernaturas que se disputarán en 2016.

El presidente Enrique Peña Nieto puso el ejemplo en el proceso electoral de 2015, pues tanto él como su gabinete se mantuvieron al margen del desarrollo de los comicios, por tal motivo los gobernadores y presidentes municipales que también están obligados a la imparcialidad deben ser más cuidadosos con el control de sus funcionarios.

Porque la anulación de un proceso electoral, además del tiempo y los recursos perdidos, es otra piedrita más que lastima el camino para afianzar la ansiada democracia, sobre todo ahora que los partidos y los políticos se enfrentan a altos niveles de desconfianza ciudadana.

5.- El huracán político y el otro huracán. Recordemos que hace apenas unos días, el exgobernador Fernando Moreno Peña sobrevivió a un atentado, lo sucedido ayer, termina por hundir a la entidad en un huracán político.

La verdad es que en estos momentos, cuando la entidad espera la llegada de ?Patricia? que podría ser el huracán más peligroso que ha tocado tierra en el pacífico mexicano, lo que se necesita es unidad y trabajo en equipo.

Lo que sus ciudadanos exigen y necesitarán en las próximas semanas que es que el gobierno se ponga a trabajar para afrontar esta dura prueba.