Luego de la efervescencia de reacciones en torno al Tercer Informe de Gobierno que recibió la LXIII Legislatura el primer día de este mes, una reflexión mesurada nos lleva a reconocer que durante muchos años el propio Congreso y la falta de concreción de las reformas estructurales, fueron la justificación de un crecimiento económico insuficiente para aliviar la pobreza y la desigualdad que prevalecen en nuestro país. Pero hoy, la buena noticia es que se nos acabaron los pretextos.

Aceptemos, sin regateos, el liderazgo del Presidente Enrique Peña que impulsó y presentó dichas reformas ante el Poder Legislativo; reconozcamos la participación activa de las diferentes fuerzas políticas para enriquecerlas y aprobarlas, pero no admitamos que la instrumentación de un marco jurídico tan amplio, puede darse al día siguiente de su promulgación.

En la sesión de Congreso General que marcó la apertura del Primer Período de Sesiones y en la que se recibió el documento con el estado que guarda la administración pública federal, siete de los ocho grupos parlamentarios y un diputado independiente, fijaron en tribuna su posicionamiento.

Cada uno definió los qués y el resultado es una agenda ampliamente común: acabar con los conflictos de interés; de combatir la corrupción aprobando el marco jurídico secundario para concluir y fortalecer la rendición de cuentas, defender los derechos humanos y la protección al medio ambiente; impulsar el desarrollo económico, la competitividad y pugnar por que se aplique la justicia cotidiana.

 Los pronunciamientos estuvieron a favor de lograr un equilibrio en las finanzas públicas y un desarrollo económico sustentable que prevea el contexto de crecimiento financiero descendiente y garantice un enfoque de austeridad en el Presupuesto de Egresos para el próximo año.

Quedó también de manifiesto que la situación económica frente a la caída de los precios del petróleo y el difícil contexto internacional, no debe llevar a México a contratar más deuda y mucho menos a promover el aumento al IVA en medicinas y alimentos, aunque en tribuna y en su papel de oposición, hubo quien afirmó lo contrario.

Tal vez desconocían el acuerdo emitido por el titular del Ejecutivo, donde se comprometió a que en el periodo 2014-2018, ?no se propondrán nuevos impuestos, aumentos en las tasas impositivas, ni se modificarán regímenes fiscales o exenciones vigentes?. Acuerdo de 2014 que, por cierto, hoy se ha robustecido con la certeza de la presentación del Paquete Económico 2016. 

Lo que sí compromete, es intensificar el combate a la evasión fiscal, promover la formalidad, respetar los derechos de los contribuyentes, acatar las determinaciones del Poder Judicial en materia tributaria, mejorar la eficiencia, oportunidad y transparencia del gasto público, así como mantener la trayectoria decreciente del déficit público. Y eso sí, que sea el gobierno, el que se ?apriete el cinturón?.

Llamaron también la atención las voces que pidieron la presencia del jefe del Ejecutivo en San Lázaro para rendir su informe de gobierno, cuando en 2006 fue el PRD el que impidió que Vicente Fox usara la tribuna para hacerlo; en 2007 Felipe Calderón solo permaneció unos minutos en el recinto ante el abandono del salón de sesiones por parte de la presidencia de la Mesa Directiva, encabezada entonces también por el PRD.

En junio de 2008 se reformó el artículo 69 constitucional con la participación de todas las fuerzas políticas, para establecer el formato actual del informe: se entrega por escrito al Congreso de la Unión, sin que se requiera la asistencia del Presidente de la República.

De entonces a la fecha, no cabe duda, nuestra democracia y sus actores son mucho más maduros, conscientes de que la sociedad nos exige ?a todos?acuerdos que se traduzcan en su bienestar.

Siempre es fácil coincidir en los qués; la definición de los cómos exige apertura y diálogo. Hay coincidencias en los primeros y la misma actitud de respeto al Legislativo por parte del Presidente Peña, que reiteró su compromiso de ?avanzar sin dividir; reformar sin excluir, y transformar sin destruir?.  México lo exige y nosotros debemos medirnos en resultados.

*@AnaLiliaHerrera

Senadora por el Estado de México.