30 de abril de 2024 | 06:44 a.m.
Opinión de Alejandro de Anda

    Claroscuro. Para atrás, ni para agarrar vuelo

    Compartir en

    LO CLARO. Hoy, usted se levanta con la cotidianeidad acostumbrada. La ducha respectiva, el jugo de naranja, toma las llaves del coche dispuesto a emprender el viaje a ‘la chamba’…

    De pronto, ‘se va la luz’. Sus ojos no perciben absolutamente nada, a pesar de que el mundo trascurre su vida ordinaria.

    ¿Y ahora? ¿Cómo enfrentar el tremendo problema de vivir en la oscuridad? De entrada, se acabó la vida útil a la sociedad y se convierte en un ser dependiente.

    Sus ojos deberán entender el mundo, aferrados a los demás sentidos que la naturaleza le brindó.

    Sería quizá, uno de los miles de ejemplos que valdría la pena considerar en los términos de ‘ponernos en los zapatos’ de aquellos que por enfermedad, por accidente o genéticamente adquirido, tiene el fenómeno incapacitante de la ceguera.

    Según datos oficiales, el planeta tiene alrededor de 300 millones de personas con discapacidad visual. De éstas, por lo menos 40 millones son completamente ciegas.

    Nuestro país, sólo en la población vulnerable infantil, INEGI contabiliza (como segunda causa incapacitante, la visual) a 1 millón 300 mil menores que viven a oscuras.

    Un tema fundamental de alta necesidad de sensibilización. La Universidad Autónoma de Tamaulipas participa en la formación de valores de sus futuros profesionistas, en la atención a esta creciente demanda de inclusión social.

    3 mil 400 alumnos, ya han sido promovidos en la instrucción que focaliza su desarrollo mediante talleres como “Te presto mis zapatos” tendientes a conciliar la inserción en la vida productiva del entorno, al importante segmento de personas que padecen este irreversible padecimiento.

    LO CLAROSCURO. 89 presos federales por mes reciben sentencia –condenatoria o absolutoria- en el sistema de justicia penal, a todo lo largo y ancho del país.

    ¿Qué tiene de bueno o malo lo expuesto?

    Los que sí saben de leyes, afirman que la Carta Magna –la Constitución- señala que la Ley no puede aplicarse de manera retroactiva a ningún mexicano, salvo que sea en su beneficio (art. 14).

    Si un detractor de la Ley fue condenado a purgar una sentencia por ‘estupro’, (así se llamaba el delito por el cual un mayor de edad abusaba de su condición sobre un menor) y en la modificación reciente a la justicia, se considera un mayor castigo bajo la categoría de pederastia -que tiene penas más estrictas-, el inculpado sólo sería sometido a la pena anterior; en su beneficio.

    22 mil 778 personas se encuentran en espera; recluidos por diversos delitos del orden federal. Significan un poco más del 50% de la cantidad total de reos federales.

    Al ritmo de 89 sentencias por mes, en algo así como 21 años descontando desde que usted lea estas líneas, el sistema de justicia mexicano podrá agotar la impartición de sentencias para los inculpados.

    Es decir, en el año 2037 más o menos, recibiría su dictamen el último de los 22 mil 778 reos federales.

    La razón: “No existen suficientes salas de oralidad –sólo hay 39 federales en el país-. Y de ser contemplados bajo el nuevo modelo de justicia, el sistema colapsaría” palabras más o menos que entendemos de las declaraciones del Ministro de la Corte, José Ramón Cossío.

    Estos muchachos serán juzgados bajo el sistema penal antiguo.

    El objeto de tocar el tema, no es precisamente por evidenciar la fragilidad de la impartición de justicia, que no cuenta con la infraestructura adecuada para el tránsito a la modernidad.

    Antes mejor, definir lo que significa el concepto de la administración de la Ley. ¿Habría una mínima idea de lo que significa mantener en el hacinamiento y con cargo al erario público la manutención de aquellos que aún no reciben su condena? Es con cargo a los impuestos que usted paga. Nada más…

    COLOFON. Las veleidades del antiguo régimen judicial, pronto darán otra flor que significa ‘quien tenga dinero, tiene justicia’. La ex poderosa Elba Esther Gordillo será privilegiada con el arresto domiciliario, conseguido a base del manejo de la Ley. Entonces, ya sólo quedarán pendientes 22 mil 777 más. ¡Y ni pensar que la pusieran a esperar 21 años!

    alejandrodeanda@hotmail.com

    @deandaalejandro