La Paz, BCS. “Es una ciudadana como tú o como yo”, repitió Lucía Frausto Guerrero, presidente de la organización civil Cómo Vamos La Paz, y organizadora de las dos ediciones del Congreso Internacional Ciudades Más Humanas. Ella hablaba del derecho de Christy Walton; se refería a la ricachona como una ciudadana más, con el mismo derecho a tener la ciudad que considere pertinente.
Cuando escucho Ciudades Más Humanas es imposible evitar pensar en Henri Lefebvre y su obra publicada en 1968: El derecho a la ciudad.
El filósofo y sociólogo desde entonces viene señalando la destrucción gradual del modelo de ciudad tradicional para abrir paso a una sociedad globalizada, es decir, es usar la urbanización como una estrategia a favor de los que más propiedad tienen. Un cambio “de nuestras realidades espaciales y sociales”.
Dulce Colín, el 18 de abril de 2016, en su columna La Brújula en Nexos, lo expresó muy bien: “En un sistema donde el suelo es mercancía, muy pocas billeteras pueden poseerlo para especular e incrementar su valor de cambio y plusvalía. Este modelo de ciudad, diseñada con los intereses del capital, es un retrato de lo que David Harvey describe como “acumulación por desposesión”.”
No es la primera vez que a Lucía le preguntaban sobre su relación con la millonaria o con los proyectos que desarrolla en la capital de Baja California Sur, y es imposible no cuestionarla cuando la International Community Foundation (ICF) donó 70,000 dólares solo para el primer evento.
La ICF está ligada a Christy Walton cuando en 2006 obsequió a la organización con una antigua casa victoriana construida en 1925. Ahí, en San Diego, California, se estableció el Center for Cross-Border Philanthropy. En esa ocasión, Richar Kiy pertenecía a la ICF y, hasta 2015, se convirtió en el representante de uno de los proyectos empresariales más ambiciosos al sur del municipio: Rancho Cacachilas, en donde se encuentra una concesión minera y una gran reserva de agua potable.
Dentro de las actividades que realizaron Cómo Vamos La Paz, además de influir en los Programas Parciales de Desarrollo de La Paz y BCS. Dicha asociación civil operó con 267,500 dólares de ICF (sin contar los 70,000 dólares), en 2015, llama la atención el interés de Ciudades Más Humanas.
En la primera ocasión, cuando se llevó a cabo en la UABCS, Frausto Guerrero le pagó el boleto a su querido hermano Antonio Frausto Guerrero, especialista en Desarrollo Urbano de Arte-Charpentier, para que hablara entre otras cosas de la peatonalización del malecón de La Paz o la construcción de más edificios. En la segunda edición, la semana pasada, se benefició también a Alejandra Frausto Guerrero, titular de la Dirección General de Culturas Populares, quien sin agenda oficial solo vino por tres días a Ciudades Más Humanas.
Lucía Frausto ha negado una cercanía con Walton, pero ella dirigió el extinto restaurante Café Corazón (propiedad de Walton) y, antes, coordinó al mismísimo ICF que recibió de la Family Walton Foundation en 2015 cerca de 202,000 dólares.
“Con los años, gran parte de la filantropía de Christy se ha implementado a través de la Fundación Internacional de la Comunidad”, se lee en el texto de presentación de la fundadora de Innovaciones Alumbra.
Si bien, la gente que participa son reconocidos expertos en distintas áreas, así como activistas sociales en movilidad o desarrollo comunitario con buenas intenciones de planear la ciudad que ellos creen merecemos, uno no puede desligar el aparato neoliberal tras bambalinas, en una operación que ha tenido varias etapas y distintos actores desde que comenzó hace varios años el interés por el desarrollo urbano del centro de la capital de BCS.
Por ello, la suspicacia de algunos ante las buenas intenciones de la señora Walton, quien es fundadora de Innovaciones Alumbra que aglutina a Earth Oceans Farms, Rancho Cachilas, Sol Azul Maricultivos y Tenaja Holding.
Tenaja Holding enlista residencias, oficinas, parques urbanos, museos, restaurantes, galerías y ranchos en el municipio de La Paz propiedad de Christy Walton y, la mayoría de estas, cerca del malecón de La Paz o el centro histórico.
¿Acaso se trata de especular con la ciudad?
(Continuará)