Hace algunos años en una plática con un buen amigo originario de la Ciudad de México le comentaba que me asombraba (y todavía me asombra) cuánto caos hacen las manifestaciones de personas en el extinto DF. Llegamos a la conclusión que con solo 10 personas acostadas tapando los carriles de Reforma teníamos para que se hiciera un caos en la ciudad. En Cataluña no son diez, pero sí los menos los que están causando tremendo alboroto.

 

Una amiga mexicana que vive en Barcelona me cuenta que los catalanes cuando protestan algo empiezan a golpear las cacerolas con un cucharón como símbolo de protesta. Quisiéramos que ahora solo fueran cacerolas, pero el problema ya está subiendo mucho de tono.

 

Después de ocho meses de juicio a los doce catalanes que empezaron con el proceso de independencia de Cataluña, llegaron las sentencias por parte del Tribunal Supremo Español. Los delitos, sedición, haber lanzado un referéndum que solo encendió las pasiones y la declaración de Cataluña como nación independiente en octubre del 2017. Solo el ex vicepresidente de Cataluña, Oriol Junqueras le cargaron 13 años de prisión y 13 años de habilitación profesional absoluta.

 

Después de conocerse las sentencias a los doce líderes catalanes, los separatistas comenzaron a bloquear autopistas y vías del tren. En el aeropuerto de El Prat hubo choques con la policía, tanto que se han cancelado más de 50 vuelos.

Detenidos por las protestas en las calles, barricadas con muebles incendiados cortando el paso en la ciudad más grande de Cataluña.

En entrevista con CNN el diputado del partido Esquerra Republicana de Cataluña explicó que la decisión de condenar a los independentistas es vista por el pueblo catalán como una nueva agresión que no busca otra cosa que cuestionar y eliminar los derechos políticos de la sociedad catalana.

Protestas de cientos que afectan a miles, y esto parece que afectará a más personas y todavía más tiempo.

Las “Marchas por la Libertad” organizadas por organizaciones independentistas partirán de cinco localidades catalanas hacia Barcelona para reunirse en una manifestación en el centro de la ciudad a las 5 pm hora de España.

 

Quim Torra, presidente de la Generalitat, en otras palabras el presidente de Cataluña, ha pedido al presidente de España que se busque una negociación que solucione la crisis política que hay en Cataluña.

De otro lado Pedro Sánchez declaró en una rueda de prensa: “Me he reunido con los principales líderes parlamentarios para abordar la situación en Cataluña. Les he invitado a mantener la unidad ante este desafío. Los grupos violentos nos quieren exaltados y divididos. Esa es su única esperanza. Deben de encontrarnos firmes, serenos y unidos”.

Dentro de esta rueda de prensa le mandó un mensaje a Torra: “Deseo hace un llamamiento expreso al presidente de la Generalitat de Cataluña. Tanto él como los miembros de su Gobierno, tienen el deber político, tienen el deber moral de condenar sin excusas y sin paliativos, con la máxima claridad y determinación, el uso de la violencia en Cataluña”.

Torra declaró al diario francés Le Monde que la situación de Cataluña requiere una solución política basada en la liberación de los presos, la vuelta de los exiliados y la autodeterminación. El texto publicado por Le Monde también lo firman otros seis líderes independentistas, Roger Torrent, presidente del parlamento Catalán, Carme Forcadell, Ernest Venach y Juan Rigol, antecesores de Torrent y los expresidentes de la Generalitat Carles Puigdemont y Artur Mas.

Con las declaraciones de los gobiernos de España y los de la Generalitat no se ve que las manifestaciones terminen en el corto plazo.

 

Es sabido que el FC Barcelona es una de las referencias del pueblo catalán. La directiva del club manifestó por medio de un comunicado, el apoyo al diálogo político y la negociación para resolver este conflicto. El Barça apoya la liberación de los líderes civiles y los políticos condenados.

Otro de los clubes catalanes, el Girona FC, pidió también una solución política y la liberación de los líderes civiles y políticos condenados, argumentando que su encarcelamiento fue injusto.

El Espanyol de Barcelona, mostró otra postura. Respeta las decisiones judiciales y apuesta al diálogo para solucionar el conflicto de la comunidad autónoma. El club Espanyol recalcó que son un club deportivo y que su declaración no representa los sentimientos y posicionamientos de cada uno de sus socios.

 

El conocido entrenador catalán, conocido como independentista envío un mensaje por medio de un video publicado por la plataforma de activistas Tsunami Democrático. Esta plataforma coordinó movilizaciones contra la condena de líderes independentistas en octubre del 2017. Son responsables del bloqueo del aeropuerto de El Prat en Barcelona, donde hubo enfrentamientos entre manifestantes y la policía este lunes.

El mensaje de este video es una invitación a el gobierno español para negociar lo que los independentistas consideran injusto. Guardiola sentenció que el movimiento independentista catalán continuará hasta que el gobierno español acepte que debe de haber un referéndum sobre la autodeterminación para Cataluña.

Puso como ejemplos lo que sucedió en Quebec y Escocia, donde los referéndums en ambos países rechazaron la separación de ambas entidades, una de Canadá y la otra del Reino Unido. En España, esto se ha rechazado pues la Constitución del país no lo prevé.

Guardiola considera a los encarcelamientos y la represión de las manifestaciones como un ataque a los derechos humanos y como un hecho inaceptable en la Europa del siglo XXI.

¿Será que Guardiola está pensando en dejar el mundo del futbol para dedicarse a la política? Por lo que representa Guardiola, él podría ser un candidato de unidad. Sin estar manchado por procesos políticos y con la añoranza de su persona en lo futbolístico no parece una idea descabellada.

 

En medio de todas estas manifestaciones, el domingo 26 de octubre se debería de llevar a cabo el Clásico Barcelona- Real Madrid en Barcelona.

La Real Federación Española de Futbol (RFEF) ha marcado este encuentro como uno de alto riesgo con la posibilidad de cambiar la sede de este partido o intercambiarlo para que se juegue en Madrid. El Barça se opone a esta decisión diciendo que este juego se puede aplazar, pero no cambiarse de sede.

El argumento del club blaugrana es meramente deportivo. Es complicado recuperarse después del viaje que tendrán a Praga para jugar con el Slavia en la Champions para luego viajar a Madrid y jugar el sábado.

El Barça sabe que el juego puede ser afectado por las manifestaciones pues es un juego que se ve en todo el mundo y es una vitrina perfecta para que los protestantes proyecten su movimiento.

La preferencia del club es que, si se decide por un cambio, este sería para diciembre y se seguiría celebrando en el Camp Nou.

El entrenador del Barça, Ernesto Valverde, preferiría no cambiar la fecha del calendario pues es algo que ya tienen planeado en el esquema del club. Declaró que faltan 9 días para el juego y que tal vez hubiera problemas si el problema fuera esta semana, pero que en nueve días puede haber alguna solución al problema.

 

En algo tiene razón Valverde, si se realizara el clásico en tiempo y forma eso daría la oportunidad a los manifestantes de demostrar que se respeta al rival que, dentro de normas de civismo, se puede apoyar al equipo y no aprovechar el encuentro para hacer una manifestación. Complicado, pues el Real Madrid representa a la España contra los que muchos independentistas están buscando una separación.

¿Tienen lógica las protestas y las manifestaciones de los catalanes? Depende del color del cristal con el que se mire la situación. Los catalanes sienten injusticia sobre ciertas cosas de la relación del gobierno español sobre la comunidad autónoma. La constitución que rige a España, incluyendo a todas las comunidades autónomas tiene establecido que no se pueden tener referéndums para buscar independizarse pues son una nación.

Es claro que lo que hacen los independentistas a la luz de las leyes es ilegal. Solo este principio justifica las condenas de los que buscan que se de esa independencia que no está justificada dentro de la constitución. El diálogo lo veo complicado pues el gobierno la mano no solo tiene el sartén por el mango, sino toda la batería de cocina.

 

Al momento de que cualquier autoridad española se siente a dialogar se tendrá la impresión de que están dispuestos a cambiar ese artículo de la constitución. Si los independentistas detienen su protesta sin que se pueda lograr el referéndum, le estarán dando la razón al gobierno español.

¿Qué es lo más conveniente para España? ¿Qué es lo más conveniente para los catalanes? Si se lleva a cabo un referéndum, ¿quién lo conducirá? ¿la autoridad Española? ¿los catalanes? Si el resultado del referéndum es quedarse como España, ¿qué dirían los independentistas? Si es al revés, ¿Qué dirían los españoles?

Es una ecuación con muchas variables difíciles de despejar para encontrar una respuesta lógica y convincente para ambos lados. En estos tiempos donde los movimientos nacionalistas han ganado, véase el ejemplo de Trump o el del Brexit, es complicado arriesgarse. Sé que el sentimiento de muchos catalanes es de quedarse como están, falta saber si ellos son la mayoría y si los independentistas aceptarán que la mayoría de sus paisanos no quiere ser “independiente”.