La historia política mexicana está llena de casualidades, y durante el proceso como en el “conflicto post-electoral” (palabras tan manoseadas) éstas se han hecho notar maratónicamente. Casualidades tan asiduas que hasta accidentes (aéreos y terrestres) sospechosos hay. Pero sólo haré mención de las eventualidades más próximas.

Noticia reciente es que la Secretaría de Comunicaciones y Transportes ha retirado la concesión de banda ancha a MVS, una empresa que si bien ha pisado polémica hace algunos días tras la deserción del periodista John Ackerman (luego de ser asechado por un animalillo conocido como: censura), cuenta con una Carmen Aristegui que no teme golpear a los poderes fácticos, con la clase de argumentos que hace temblar a la rata más puerca de las alcantarillas.

Recordemos que ya una vez Aristegui salió de noticas MVS por algo que si hubiese tratado del célebre Changoleón, habría pasado desapercibido en los pasillos gubernamentales, pero el presidente merece más respeto que un indigente, ¿no?

En un país donde se necesita más apoyo y apertura a medios alternativos, suceden estas cosas, y ¿Televisa cuándo sigue?

Antes de las elecciones se reportaron en redes sociales miles y miles de espectaculares de Enrique Peña Nieto, muchos de estos tan exorbitantes que parecían más bien publicidad de Coca Cola o promoción para Madonna. Pero no hacía falta verlo en redes, era suficiente salir a la calle para encontrar tan deleznable contaminación visual en cada esquina. Ahora resulta que el IFE no tiene pruebas suficientes. Cuando se trata de proteger al mejor postor nunca las hay, y eso no lo digo yo, es un patrón histórico.

Por otro lado, los jovenazos Manlio Fabio Beltrones y Emilio Gamboa fueron elegidos coordinadores de las bancadas para la Cámara de Diputados y  Senaduría, respectivamente. Pero, ¿por qué pensar mal?, es sólo una casualidad, el PRI se ha renovado y no hay pruebas contundentes de que los dinosaurios sigan habitando sus filas; el que no crea pregúntele al siempre veraz IFE.

Qué casualidad… qué casualidad.

En fin.