Como Veo Doy

Querido Lector, la ocasión invita a hacer un comentario sobre nuestro nuevo Presidente Joe Biden, perdón, quise decir el nuevo Presidente de nuestros primos. ¿Somos familia? Bueno, sí, tengo un montón de primos en el otro lado, unos colados, otros legales y hasta algunos nacidos ahí. Probablemente a Ud. le pase lo mismo y así, de a poquito, iremos recuperando el territorio que amablemente les vendimos. Fue una ganga.

Biden me cayó bien. Su discurso de posesión, tranquilo, sencillo, sin dramatismo ni aspavientos, mesurado y sin grandes promesas. Algo aplatanado como corresponde a su edad, lo cual es plausible, además de un grato contraste contra el atarantado que lo precedió y que creía que su país era como manejar un Ferrari sin frenos. 

El eje del mensaje de Biden a la Nación y al mundo por supuesto, fue la unidad fraccionada de los estadounidenses. Y uno se pregunta, ¿cuál unidad? ¿Qué se les perdió? Si desde siempre han sido un pueblo dividido al que los une ya sea la fuerza (Guerra Civil de 1861 a 1865) o ya sea la conveniencia para defender y ampliar sus intereses. Así que, debido a sus profundas divisiones (intereses) asesinaron a 4 de sus Presidentes, Lincoln, Garfield, McKinley y a los Kennedy y, con tamaño antecedente, ¿armaron un escándalo por la chamuscada al Capitolio? Parece broma.

Y después de la citada Guerra Civil o Guerra de Secesión como también se le conoce, los cambios de mando presidencial, sin excepción, han sido unos años para los rojos, otros años para los azules (también se apodan demócratas o republicanos y liberales o conservadores y, el colmo, ¡hay quienes consideran a los demócratas una corriente de izquierda!) y así hasta ahora y les ha funcionado muy bien. 

Este intercambio del poder entre intereses opuestos, es como una válvula de escape en una olla expres. Sin embargo, si esto no es una división casi por mitades del país, entonces hay que modificar el significado de dicha palabra en el diccionario. De paso agréguele al caldo del divisionismo que USA es un país multiracial, con personas de la más variada gama de religiones, costumbres y necesidades. Entonces, ¿dónde está la unidad que dicen fracturada? Puro cuento, si algo los une son los intereses económicos. 

Quizás por eso dicen que los Estados Unidos no tienen amigos, solo intereses. Pues bien, alineando como siempre del lado de los mal pensados, hay que mencionar dos posibles razones de su buen funcionamiento como país “unido” y civilizado, metódico desempeño que ha servido para extenderlo a muchos otros países como el ejemplo democrático más acabado. En la misma olla hay latinos, blancos, negros y chinos, pero separaditos, que nadie se equivoque porque unidos no están, ni cuando cierran filas para atacar a otro país. 

Muy claro lo dijo Biden en la toma de posesión: "guiaremos, no solo con el ejemplo de nuestro poder, sino con el poder de nuestro ejemplo". ¿Quiere usted mayor advertencia? Aunque se pintan lindos, ejemplares y poderosos, suavecito, suavecito, pero Biden nos la dejó ir, la advertencia, obviamente.

Una de esas dos posibles razones que aventuramos, para ejercer sin mayor contratiempo la división bipartidista que presumen (México tiene 10 partidos y todos tienen mesada nivel top junior), es que ambos partidos, con sus matices de enfoque, defienden lo mismo, el negocio y la hegemonía comercial y financiera. Son bandos políticos que sirven a un poder económico dividido únicamente o casi, por la diferencia de sus intereses y del enfoque para resolverlos; no son partidos que se forjaron por diferencias ideológicas como los de Europa o por emulación los de América Latina. 

No señor. La otra razón, que equilibra sus divisiones de siempre y sus diferencias de ocasión, puede ser la existencia de un poder supremo, no visible a simple vista, que mete orden cuando considera que las cosas se pueden salir de control. Así, decidieron por ejemplo, quitar a los Kennedy del camino o cerrarle el paso a Hillary Clinton (Tuvo casi 3 millones más de votos que Trump, pero le aplicaron la cuenta del Colegio Electoral donde solo obtuvo 234 sufragios contra 304 del copete naranja. Si les conviene vale más el voto del Colegio que el voto del pueblo. Que cinismo) o sacar a Trump a patadas de la Casa Blanca, lugar donde se confeccionan los planes más negros, mediante un voto diferenciador emitido vía correo postal, sistema en el que ya ni los que coleccionan estampillas cree. Bueno, yo tampoco y a los gobiernos gringos no les creo nada. ¿Y usted?

RENDIJAS

Muchas personas se preguntan: ¿cómo le irá a México con el Presidente Biden? Pues como siempre, primero sus intereses y después … también sus intereses.

Trump no dividió al pueblo estadounidense, siempre ha estado dividido, a lo sumo, sólo calentó esa división.

Ahora es bueno recordar la reflexión de Porfirio Díaz: "Pobre México, tan lejos de Dios y tan cerca de los Estados Unidos". Más vale.

pibihua2009@gmail.com