Las elecciones más grandes de la historia y disfuncionales también.

Como Veo Doy

Apreciado Lector, le quiero compartir un sentimiento el cual es posible que usted esté viviendo en estos días, producto de la campaña electoral que culminará con el voto del respetable el próximo 6 de junio del 21. 

Lo bueno es que no hay hipócritas ni falsas formas de cortesía, ya que las patadas bajo la mesa de otros tiempos ahora están a la vista, directas y a los bajos, a las espinillas, pues. 

No hay piedad ni miramientos, no hay honor ni concesiones. En parte se entiende, ya que por la pandemia el desempleo ha crecido y ahora se están subastando unos 21,000 puestos públicos de trabajo fijo, muy bien remunerados y garantizados de 3 a 6 años. ¿A cambio de que? -nos preguntamos muchos- A cambio de meterle mano al Presupuesto y a la Constitución junto con todas las leyes y reglamentos que de ella emanen, hasta hacer de dicha Carta Magna, un galimatías o, dicho con refinamiento palaciego, un batidero. Mina de oro.

Como le iba diciendo querido Lector, quiero compartirle un sentimiento. Antes disculpe el desvío, pero es que uno se calienta con estos candidatos disolutos e interesados en todo menos en servir al pueblo que los elige. 

Desde los albores de mi vida se enseñaba a luchar por ser el mejor, a competir con honor y a disfrutar del legítimo orgullo por el reconocimiento que propios y extraños nos otorgan. Nos impulsaban a prepararnos arduamente para enfrentar y resolver con eficacia los problemas del camino. 

Lo único que importa, es descarrilar al Partido en el poder

Hoy, me abruma la tristeza, el desconcierto y siento vergüenza por las personas que buscan el voto del pueblo saltando como chapulines de Partido en Partido y por los ciudadanos que sin el menor rubor piden el voto para cualquiera que tenga posibilidad de sumar, que no ganar, más sufragios que el indeseable favorito al que se oponen. 

No argumentan “Vota por mi Candidato porque es … inteligente o comprometido o sabio o todo junto”, no, le piden al electorado que no desperdicien el voto favoreciendo a los Candidatos que no tienen oportunidad, que apoyen al candidato opositor que las encuestas avalan que es el más fuerte, sin importar su historia ni Partido que lo abandera, nada, lo único que importa es descarrilar al candidato del Partido en el poder. Este es el nivel de nuestra democracia. Nada más pero nada menos.

La oposición en el pecado carga la penitencia

La oposición en el pecado carga la penitencia. Ante su oscura y desesperada realidad, en vez de construir un Proyecto de Nación, viable, creíble y aplicable de inmediato, como alternativa al Proyecto de la 4T, han preferido contraatacar por el atajo de los supuestos, como sería el caso de un Padrón Electoral que, según el INE al 5 de marzo pasado era de ¡94 millones de electores!, 48 de los cuales son mujeres, zopiloteados, perdón, sobrevolando sobre todos ellos ¡10 Partidos Políticos! Estiman que los 30 millones de votos que obtuvo el Presidente de la 4T de pueden superar con unos 27 millones de la Alianza actual PRI-PAN-PRD y 32 millones del Partido Mayoritario Abstencionista de México (PAMAME). Así la solución resulta fácil, solamente hay que hacer que los abstencionistas ¡voten por la Alianza! pegándole una arrastrada a Morena que los dejaría sin color.

Ese es el dilema: Proyecto o Elección. La oposición escogió el camino de estimular la participación electoral mediante la diatriba, el insulto y la campaña de miedo. Lo que al parecer desestimaron, es la proporción de las tendencia histórica reciente, ya que si la abstención disminuye, Morena se llevará el 50% de los nuevos votos que sumados a sus votos duros, podrán llegar a cerca de 45 millones, con lo cual la arrastrada se la aplicarán a la oposición. ¡Ah! Pero serán las elecciones más grandes de la historia y disfuncionales también.

¿Qué hacen los funcionarios?

Nadie sabe cabalmente cuanto gana un diputado, senador o gobernador. Pero tomemos un ejemplo, el presupuesto 2021 del Senado es ¡4 mil millones de pesos!, lana que nos trasquilan y se reparte entre 128 senadores y su corte administrativa que podrían ser unas 1,500 personas de un total de alrededor de 4000 empleados que tiene el Congreso. ¿Qué hacen los Senadores? Bueno aparte de mucho pavoneo y animada grilla, la Constitución los responsabiliza de aprobar los tratados internacionales, es decir, nada que una comisión de la Camara de Diputados no pueda atender.

El tamaño del Senado ya está decidido. Solo falta que el ciudadano (gracias por tomarnos en cuenta) decida a quien se le va a dar la chamba. ¿Poque mejor no nos preguntan, aprovechando que ya se montó el tinglado electoral para el 6 de junio próximo, si queremos o no desaparecer la Cámara de Senadores? Igual que el pueblo decidió por mayoría (?), cancelar el Aeropuerto de Texcoco. No hay que gastar en nada especial, solo añadir una pregunta en las boletas. 4 mil millones de pesos es casi la mitad de lo que cuesta todo el Congreso. Entonces que el INE haga la pregunta, sin valor oficial, sin molestar, solo por curiosidad. Vale la pena.

Rendijas

En la elección más grande de la historia, una mujer próxima a dar a luz, pregunta con amorosa sonrisa, -Doctora, ¿qué va a ser?- y le responde, -¡pobre, como ustedes!-

Si el INE no hace la pregunta, la hago yo:

¿Debe desaparecer la Cámara de Senadores?

SI. NO. NO SABE. ¿QUÉ ES ESO?

Lo escuché en la farmacia:

- Señorita -dijo un señor como de 70 años, entre nervioso y apenado-, ¿tiene algo para la disfunción electoral?

- Sí señor, pero será eréctil, es la de aquel anuncio que dice Cialis.

- ¿Sabe si tiene alguna contraindicación?

- Para quien es -ripostó la dependiente con voz alta-

- Para mi abuelito, ¡no sabe por quién votar!

Pibihua2009@gmail.com

Marzo 14 del 2021