Jóvenes detenidos y presentados ante la autoridad

Un par de jóvenes increparon al Presidente de la República con gritos e insultos. El incidente fue compartido por diversos medios de comunicación. Pero pocas personas saben que los jóvenes fueron separados por parte del Estado Mayor Presidencial, quienes los subieron a una patrulla y los trasladaron al juzgado cívico 33, sin que se especificaran los motivos o los cargos en su contra.

Este hecho sucedió el 03 de octubre de 2008, durante la entrega del Premio Nacional de la Juventud. Fueron dos los jóvenes que gritaron “espurio” y reprocharon la falta de libertad en México, justamente cuando el entonces presidente Felipe Calderón se encontraba hablando de libertades y de la diferencia del México de su gobierno, con el de 40 años atrás.

Por eso me resulta paradójico que varios de los opositores al Presidente López Obrador (quienes reiteradamente lo acusan de autoritario, y curiosamente son férreos promotores de Calderón); hayan compartido el video del pasado fin de semana, cuando un par de personas insultan al actual mandatario en un avión comercial, sin que hayan sufrido alguna consecuencia o represión por parte del gobierno federal.

Y es que podemos estar de acuerdo en que el país atraviesa una gran crisis, que hay indicadores que prenden las alarmas, y que hay decisiones del gobierno con las que quizá no estemos de acuerdo. Sin embargo, actos como los de ayer, lejos de perjudicar al presidente y su proyecto; reafirman que a pesar de los dimes y diretes, de lo que se diga o no en la mañanera, de los calificativos o respuestas; hoy la gente goza aún con libertad suficiente hasta para poder insultar al ejecutivo cuando se lo encuentre.

En lo particular, creo que cada ciudadano esta en su derecho de reprochar o exigirle al presidente lo que quiera, pero no con insultos como los que expresaron este par de pasajeros.

Sin embargo, lo que queda evidenciado es que hay un sector de la oposición al que le esta ganando la víscera; que no piensan antes de compartir las cosas, no traen contenido, no traen propuesta, no hay estrategia; anteponen su odio personal al interés colectivo. Para estas fechas y a menos de 100 días de la elección, deberían presentar un discurso unificado que vaya dirigido a capitalizar los errores de este gobierno, y no anécdotas superficiales que solo validan en cierta forma y a pesar de otras señales, que en el México de hoy, hay más libertad que en el de ayer. Ahí están los hechos.

Por otro lado y en contraste…

Los fantasmas de la destitución han merodeado Veracruz desde los primeros meses del gobierno de Cuitláhuac García, quien desde el comienzo de su mandato quedó evidenciado como una persona a la que le quedaba muy grande la silla.

Hoy y ante la proximidad de las elecciones, hay muchas señales de preocupación en torno a las medidas que pudiera tomar el gobernador para tratar de evitar un resultado adverso en los próximos comicios.

Una de esas acciones apunta a que el gobierno del estado prepara una embestida en contra de algunos alcaldes opositores, y tal y como ocurrió en Orizaba, las autoridades estatales estarían tomando el control de las fuerzas policiales de ciudades como Cosoleacaque, San Andrés Tuxtla, Cosamaloapan, Tuxpan y la zona conurbada de Veracruz – Boca del Río.

Lo anterior no lo harían en aras de mejorar las condiciones de seguridad para la ciudadanía, sino más bien usarían a los cuerpos policiales como instrumentos de control y contención electoral. En un franco ataque a las libertades y a la democracia que podría provocar una grave crisis política. Ojala que desde México presten atención al caso, y en lugar de permitirlo, mejor de una vez, remuevan a Cuitláhuac.