El pasado 11 de julio terminó el plazo para que se inscribieran todos aquellos que quisieran ser Consejeros o Consejeras Electorales de los Organismos Públicos Locales Electorales “OPLEs” en las 18 entidades que en 2015 tendrán algún tipo de elección.

A la convocatoria del Instituto Nacional Electoral INE acudieron más o menos 3,461 ciudadanos y ciudadanas, mismos que cumplieron con todos los requisitos de elegibilidad que solicitó la autoridad electoral nacional y con esos requisitos se convirtieron en aspirantes a consejeros electorales (quien estas líneas escribe fue uno de esos aspirantes), según las cifras que reporta el propio INE, el 90 por ciento de estos aspirantes se presentaron al examen de conocimientos el día 2 de agosto, examen que estuvo a cargo del Centro Nacional de Evaluación para la Educación Superior A.C. “CENEVAL”, 14 días después de la aplicación de dicha prueba el día de hoy, sábado 16 de agosto el INE publicó los listados con los nombres y números de folio de las 25 mujeres y los 25 hombres mejor calificados y los folios acompañados de la calificación correspondiente de todos aquellos que no quedaron entre las primeras 25 calificaciones de cada una de las 18 entidades en esta primer convocatoria; tal y como se esperaba los resultados provocaron muchas caras de sorpresa en algunos y de decepción en otros.

Con estos resultados desde mi particular punto de vista, se separan quienes fuimos aspirantes a quienes hoy en día son candidatos a Consejeros y Consejeras Electorales, a todos y cada uno de ellas y ellos les deseo por el bien de la democracia nacional el mejor de los éxitos en las etapas que faltan antes de la designación correspondiente que deberá realizar el Consejo General del INE a más tardar el próximo 30 de septiembre, como dije antes, por el fortalecimiento de la democracia y la consolidación e identificación local de cada uno de los OPLEs a todos nos conviene que quienes sean designados como Consejeros sean en realidad los mejores.

Personalmente les puedo decir que todo este proceso hasta el día de hoy, fue una gran experiencia que dio vida a muchas expectativas y deja grandes enseñanzas; después del examen, al cual acudieron la gran mayoría de los consejeros actuales de los 18 OPLEs considerados en la convocatoria, muchos de estos consejeros calificaron al examen de “papita” y pareció por un momento que solo acudieron como merito trámite a presentarlo, si de verdad la secrecía de los resultados fue tan estricta como se declaró muchos de ellos seguramente alejaron el aguacate de sus dietas, pues la sorpresa no pudo ser menor, basta leer las listas para darse cuenta que los nombres de muchos de ellos simplemente no aparecen en las listas, ya cada uno de ellos sabrá de acuerdo a su número de folio que calificación obtuvieron en este examen denominado por algunos como “papita”.

De esta experiencia considero que tanto el INE como autoridad y convocante, así como el CENEVAL como responsable de la aplicación de la evaluación tienen a la vista algunas ventanas de oportunidad en pro sencillamente de una mayor transparencia; de todos es sabido que estos nombramientos y el proceso de selección tienen desde su origen, la sombra de una posible intervención de los partidos políticos, ya sea por sus representantes o directamente desde el poder ejecutivo de cada entidad haciendo recomendaciones sobre tal o cual aspirante al cargo, motivo por el cual se tenían que haber empleado más a fondo en el tema de la transparencia.

Por citar algunos ejemplos de lo anterior pongo a su consideración algunas situaciones; todo el tiempo hubo declaraciones acerca de que el CENEVAL sería el único responsable de la elaboración de los reactivos así como la aplicación y calificación de la prueba y que NO conocería los nombres de los evaluados, solo los identificaría por número de folio, situación que en los hechos es muy poco creíble que así haya sido por lo siguiente.  Primero, el registro para entrar a realizar el examen se llevó a cabo por personal del propio CENEVAL donde todos los aspirantes firmaron una lista con número de folio y nombre. Segundo, el examen se realizó en línea y al iniciar la sesión con el número de folio y contraseña asignados el sistema te daba la bienvenida con tu nombre y tu folio, por lo tanto, el nombre de cada aspirante y su número de folio TODO el tiempo estuvieron ligados. ¿En qué momento dejó el CENEVAL de conocer o relacionar los nombres con los folios correspondientes?

Otra situación fue el tiempo para conocer las calificaciones; con toda la infraestructura, experiencia y prestigio del Centro de Evaluación y máxime que el examen fue en línea, ¿por qué no se dio la calificación de manera automática al finalizar el examen como en otras evaluaciones realizadas y aplicadas por el propio CENEVAL? Este examen se realizó en línea y esta institución cuenta ya con los programas informáticos para el procesamiento de los exámenes realizados en todas las entidades del país, entonces por qué le llevó tanto tiempo (13 días) al CENEVAL entregar las calificaciones, y después al propio INE le llevó casi 24 horas publicar lo entregado por el CENEVAL.

 Hace unos días mientras mí hijo jugaba en línea un video juego e interactuaba con un amiguito, me llamó la atención que jugaron el tradicional piedra, papel y tijeras y al término de éste simple juego se preguntaron qué le había salido a cada quien y así decidieron quién ganaba, pensé que se estaban viendo mediante video pero no era así, solo tenían audio uno del otro, esto es, ninguno supo, mejor dicho, ninguno vio lo que salió al otro y simplemente confiaron mutuamente en lo que el otro declaró, vaya confianza pensé, hoy, después de conocer los resultados del examen y con todo lo anteriormente comentado tenia la opción de desconfiar de los resultados y buscar al estilo del clásico personaje “nunca pierde”, pretextos y culpables, preferí seguir el ejemplo de mi hijo, confío en los resultados publicados y acepto que por lo menos para la entidad en la que concursé mis respuestas en el examen no fueron suficientes para estar dentro de los mejores 25 de mi género.

Mi calificación obtenida me hubiera permitido acceder a la siguiente etapa por lo menos en la mitad de las 18 entidades participantes, lo que significa que hay entidades en las hay candidatos que en otras se hubieran quedado en la etapa de aspirantes, quizá una calificación mínima hubiera dado mayor calidad sin importar que no quedaran las 25 mujeres y los 25 hombres mejor calificados, esto se puede interpretar a que en algunas entidades no se quedaron los mejores, simplemente los menos peores.

 

Como en cada colaboración aprecio su lectura amable lector y quedo en espera de sus comentarios.

 

 

Diego García Vélez

@dgv1968