Al pueblo, pan y circo. Esta frase se puede aplicar en casi cualquier contexto que involucre entretenimiento. De alguna forma, es utilizada por críticos para referirse a que los espectáculos (fútbol, conciertos, etcétera) son promovidos y se les da importancia para 'distraer' a la gente de los problemas "reales".
Extremista y alarmista, pero no es completamente falso.
Los políticos han aprendido, con el paso de los años, de que el espectáculo vende mejor que los discursos. Que la risa, lo cómico y lo entretenido vende mejor que las propuestas. Es verdaderamente lamentable que en pleno siglo XXI y en el proceso electoral de 2015, la política sea más circo que nunca. La culpa es conjunta de sociedad, medios y políticos.
Estas campañas electorales son sin duda las más 'cirqueras' que hemos visto. Ya sea por medidas populistas adoptadas por candidatos y partidos para conseguir votos o incluso una banal atención mediática, o incluso por las declaraciones que se hacen los candidatos unos contra otros -llevando el foco de lo que importa, a lo que entretiene.
EVENTOS
Por ejemplo, en Querétaro, el partido Movimiento Ciudadano se está valiendo de conciertos, espectáculos y shows con grandes artistas para "jalar a su gente". Un partido pequeño. Necesita el voto ya sea para obtener el registro, o hasta ganarse dos curules por la vía plurinominal para llegar al Congreso Local.
No es suficiente decir que en las dos semanas que van de campaña, ya hizo su aparición Paquita la del Barrio (en un "emotivo" arranque de campaña para el partido naranja), hubo luchadores entre los principales eventos, y el candidato a la diputación local, José Luis Aguilera Rico, incluso, orgulloso, anunció la pronta visita de Bobby Pulido.
El PRI no se queda atrás. En un enorme evento en el que estuvieron presentes el gobernador de Hidalgo, Francisco Olvera Ruiz, y el gobernador de Querétaro, José Calzada, para apoyar al candidato de la coalición PRI-PT-PVEM-PANAL; hubo una enorme serie de lucha libre que encantó a los asistentes. Que no les digo acarreados solo para no generalizar.
¡MÚSICA!
En otra forma de distraer la atención de las propuestas -que son lo que realmente importa-, llegaron los candidatos bailarines, cantantes, y? ridículos. Bien dicen que no hay prensa mala, pero a ellos no les importa. Tal fue el caso del priista Antonio Tarek, candidato a la diputación federal por el XVII distrito de Cosamaloapan, Veracruz. Recreó Happy, de Pharaell Williams.
Otro candidato fue Sabino Pulido, quien va para la presidencia municipal de Tala, Jalisco, por la coalición PAN-PRD (ya solo la alianza es una broma). Recreó la "Balada" de Gustavo Lima.
El candidato del PAN a la diputación federal por el distrito 4 en Ciudad Juárez, hasta creó el Hashtag #YoBailoConRulo para que los ciudadanos bailen con él en un "cover" de 'El Serrucho'.
Y por supuesto, no podía faltar Diego Leyva, que va por el primer distrito federal de Guanajuato por el PAN, que hasta se puso las botas y bailó un tribal que le ganó burla (pero atención) en las redes sociales.
También hay que mencionar la versión de "We Will Rock You!" que creó el candidato priista a la presidencia municipal de Querétaro, Manuel Pozo? y que ni tanta atención le dio.
Tal parece que no les importa nada, más que la gente los vea. No importa cuánto se burlen de ellos.
¡PELEA, PELEA!
Y en el día a día, las campañas se han convertido en un circo por la atención que adquieren las declaraciones de los candidatos? pero solo cuando se insultan uno a otro. En Querétaro, frases como "Que el PRI vaya haciendo las maletas: Pancho" son el título de las noticias, en vez de tener responsabilidad con la audiencia y promover principalmente las propuestas, y luego el chiste.
Y luego Loyola (del PRI) le contesta.
Entonces se hace un maravilloso guión de novela de Televisa que día a día entretiene a los lectores? y hasta parece que a los candidatos les gusta contestar. Al punto de que lo primero que hizo César Camacho al llegar a Querétaro a apoyar al PRI, fue contestar una declaración del contendiente panista (antes incluso de levantarle la mano).
Tal parece que la cosa no es ganar, si no hacer lo posible por que el otro no gane.
Como dije al principio, es culpa conjunta. De la sociedad, por el desinterés general que tenemos en las propuestas y el incondicional amor por el espectáculo, el chiste y el chisme. De los medios, por no dar importancia a lo que realmente vale la pena difundir de las campañas, y finalmente a los políticos, por ceder ante medidas populistas para conseguir un voto, ridiculizarse para obtener atención mediática, y por dar juego a las agresiones verbales de los oponentes.
Como siempre, los de a pie (me incluyo junto con los medios de comunicación), tenemos que poner la primer piedra. Por favor, prestemos atención a las campañas para que el 7 de junio no votemos por el que hizo más payasadas.
Porque entonces nos gobernará un payaso.
Escríbeme, @memocalzada