Al parecer a los asesores de la campaña del precandidato priísta, José Antonio Meade Kuribreña, ya se les prendió el foco, pues están comenzando a aprovechar el beneficio mediático que brinda la esposa del ex funcionario, Juana Cuevas Rodríguez.
Desde el primer momento fue evidente que la esposa de Meade sería decisiva en la campaña, esto se notó en la ceremonia en donde el exsecretario de Hacienda, anunciara su renuncia al cargo en Palacio Nacional.
Previo al anuncio, Juana Cuevas, se robó la atención de los medios de comunicación, y durante el famoso chacaleo con los reporteros “destapó” a su esposo y aseguró que lo apoyaría en todo, como lo ha hecho desde hace más de 20 años.
“Estoy muy emocionada, muy contenta y ahí vamos a estar apoyándolo”, dijo.
Al preguntarle si ya está preparada, respondió que lo hará igual que siempre como desde hace 20 años.
Quizá fue esta atención previa al inicio de la campaña de forma oficial, lo que preocupó a los asesores, ya que después fue evidente que se dosificó su presencia, pero en los últimos días está tomando un papel fundamental, incluso los asistentes a los actos de campaña ya exigen su presencia y sus palabras.
¿Quién es Juana Cuevas?
La posible próxima primera dama de México se ha distinguido por dedicar su vida al voluntariado y al arte.
Nació un 4 de noviembre y estudió economía en el Instituto Tecnológico Autónomo de México, en donde conoció a Meade. Se graduó de esa carrera en 1994.
“Yo soy compañero de Juana de la universidad, ahí nos conocimos. Fuimos compañeros en el ITAM de Economía. En el primer semestre llevamos prácticamente todas las materias juntos, y cuando me fui al doctorado ya había planes de casarnos. Nos casamos y luego estuvimos juntos, mientras los dos terminábamos nuestros estudios fuera y nos regresamos a México”, relató Meade en una entrevista concedida al diario El Universal.
Como artista ha expuesto sus obras en México y el extranjero junto con Rosa María Burillo Velasco y María Kuribreña.
El papel de la primera dama en México siempre ha causado un interés particular por parte de la opinión pública, su trabajo es complicado porque se enfrentan a muchos obstáculos, mismos que le esperan a lo largo de los seis años como la mujer del hombre más importante de este país.
“El papel que ellas tienen es muy difícil porque si hacen mucho les reclaman, si no hacen mucho les reclaman, si se notan la gente se enoja, si no se notan la gente las critica muchísimo”, dice Sefchovich, autora del ensayo “La suerte de la consorte. Las esposas de los gobernantes de México: historia de un olvido y relato de un fracaso”.
Por lo pronto, Juana Cuevas está cumpliendo con su papel, esto es, acompañar a su esposo a los actos de campaña, pero además esta demostrando que posee el carisma que Meade Kuribreña necesita para acercarse más al electorado.