Si a López Obrador le da pena la consulta popular de ayer en BC para ver si Jaime Bonilla gobernará ese estado dos o cinco años; si gente tan cercana a las confianzas del presidente como la Secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero y la diputada federal Tatiana Clouthier rechazan la intentona de ampliar el período del gobernador electo de Morena; si el INE calificó ayer como vergonzosa la mentada consulta; si la dirigencia de Coparmex de BC opina lo mismo; si los ciudadanos de esa entidad votaron por dos años y la Constitución bajacaliforniana lo establece así, entonces ¿quién y qué está detrás de todo ese circo?

Les platico: El sub secretario de Gobernación -Ricardo Peralta- y Bonilla reciben el usufructo de la “venta” de la aduana de Tijuana y con ese dinero fue financiada la campaña del empresario bajacaliforniano que ganó las elecciones conteniendo por Morena.

Esa aduana está “abierta” a cambio de $2 millones de dólares, y fue comprada como todas las de la frontera México-Estados Unidos, por contrabandistas de textiles, electrodomésticos, juguetes, combustibles -mayormente diésel- pacas de ropa usada, pollo, carne de res y de puerco.

Este negociazo se remonta al tiempo en que Peralta fue Administrador General de Aduanas, puesto del que salió por sus enfrentamientos con su jefa directa, Margarita Ríos-Farjat, la cabeza del SAT.

Diez días antes de asumir el 24 de mayo una de las sub secretarías de Gobernación, Peralta se declaró públicamente como un apóstol de la 4ª Transformación que recibe órdenes nada más del presidente López Obrador.

Flaco favor le hizo al inquilino del Palacio Nacional, pues son públicos y notorios los escarceos que Peralta ha tenido con grupos criminales de Michoacán y con su abierto apoyo a la extensión del mandato de Bonilla.

El presidente del Congreso estatal, Benjamín Gómez Macías, acusó al Subsecretario de Gobernación y al ex Administrador de la Aduana de Mexicali -Alejandro Miramontes Armenta- de intentar sobornarlo con un millón de dólares para que apoyaran a Bonilla. Debido a las amenazas sufridas por él y su familia, Gómez Macías se desistió de su denuncia, pero persiste otra ante la FGR por parte del excandidato a la gubernatura de BC, Jaime Martínez Veloz, en contra de Peralta, a quien acusa de operar a favor de la ampliación del mandato.

Según mis informantes, el dinero para financiar la campaña de Bonilla y pagar los sobornos a los congresistas de ese estado para la ampliación de la gubernatura, salió de las aduanas de Baja California: Tijuana, Tecate, Mexicali y Ensenada a través de una estructura operacional que genera un millón de dólares mensuales.

Operan de la siguiente forma: Alejandro Miramontes, Raymundo Humberto Jiménez, Viridiana Soria Amador, Eric Villanueva, David Pérez Tejada, Valerio Alejandro López Luna, Carlos Landeros y Juan Dallet trabajan como sub administradores de aduanas y se encargan de arreglar los cruces, recibir y repartirlo.

Raymundo ya había operado con Viridiana en la Aduana de Ciudad Juárez y después con Alejandro en la misma Aduana y terminó llevándoselo a Mexicali.

Estos funcionarios de Aduanas negocian el cruce de camiones llamados en el argot aduanero "fantasmas o negritos"; es decir, cruzan por las garitas o módulos de selección sin ser registrados en el sistema.

Una vez que está negociado el embarque, la fecha y hora de cruce, esos subadministradores mandan a alguien de su entera confianza a "modular o procesar" pedimentos, y una vez que llega el tractocamión al módulo de importación, se reciben hojas en blanco, se simula que son procesadas en el sistema MATC-E y se les permite el paso.

Luego, el camión se dirige a la salida donde se encuentra un segundo hombre de confianza del subadministrador de operación aduanera y se consuma así la evasión fiscal.

No hay manera de que nadie se pueda dar cuenta del trafique; los únicos que saben esto son los subadministradores de operación y sus dos cómplices en la garita de cruce y de salida.

Ellos cobran a los contrabandistas de $10,000 a 15,000 dólares por cada camión. No se anotan las operaciones en el sistema, por lo tanto se evade el pago de impuestos y no se registran las cargas de esos camiones, que mayormente son textiles, armas, drogas, dinero y combustibles de empresas importadoras como Exxon Mobil, Tesoro, Shell, PMI, Arco, Chevron, BP, una que opera en Cadereyta y tiene base en Colombia, NL, cuyo nombre estamos verificando, entre otras.

. Mis fuentes aseguran que mínimo 40 camiones de estos pasan por cada aduana diariamente.

El corte de caja se hace quincenalmente; se le da su parte al subadministrador, que regularmente es del 30% y el resto se envía a un comisario designado por los dueños de la plaza, Bonilla y Peralta.

Entonces, ¿de dónde salió el dinero para pagar la campaña de Bonilla y los sobornos a los diputados locales de BC que se prestaron al jueguito de la extensión de mandato? De la venta de las aduanas.

Es un hecho, Peralta está detrás de todo esto, pero quienes lo conocen de cerca, no le ven tamaño suficiente como para mandarse solo.

La consulta ciudadana de ayer estuvo más tamaleada que todas las emprendidas hasta ahora por la “4aT”. Tiene su sello y la “casual” presencia de López Obrador en BC desde el sábado, como que se prestó a muchas suspicacias.

Hablé ayer con líderes empresariales y sociales de Tijuana, Mexicali y Ensenada y me dijeron que sería muy entendible que Andrés Manuel estuviera de acuerdo en que su amigo Bonilla se quede 5 años como gobernador.

Pero lo delicado del asunto es la participación en todo este mole, del ajonjolí Peralta, debido a que sus tropelías en las aduanas son más que sabidas.

Tengo un informante en el equipo de transición -no les digo si es del lado del que se va o del que entra- y me dijo ayer que Peralta y Bonilla diseñaron un plan “B” por si la jefa del SAT se faja las faldas y les pone un alto a su negocito del contrabando.

Si los paran, Bonilla va a crear una Secretaría de Comercio Exterior en su gobierno, la cual se encargará de seguir maniobrando el negocio del contrabando, llevándose ahí a todos los subadministradores y otros colaboradores que hoy operan ese trafique.

 

“Qué mugrero”, dice la irreverente de mi Gaby y escatológicamente añade: “Esos dos y sus compinches procesan cual intestino grueso un bolo fecal que va a excretar a muchos que ni se imaginan”.

placido.garza@gmail.com

PLÁCIDO GARZA. Nominado a los Premios 2019 “Maria Moors Cabot” de la Universidad de Columbia de NY; “Sociedad Interamericana de Prensa” y “Nacional de Periodismo”. Forma parte de los Consejos de Administración de varias corporaciones. Exporta información a empresas y gobiernos de varios países. Escribe para prensa y TV. Maestro de distinguidos comunicadores en el ITESM, la U-ERRE y universidades extranjeras. Como montañista ha conquistado las cumbres más altas de América.