Decía Octavio Paz que hay quienes son analfabetas por fatalidad, como ocurre con la injusta condición en que viven los marginados de México, y otros son analfabetas, casi ágrafos, por vocación, como es el caso de un “columnista de Excélsior”, Miguel Ángel Godínez García, hijo del que fuera un peculiar jefe del estado mayor cuando fue presidente José López Portillo, Gral. Miguel Ángel Godínez Bravo.
En unas parrafadas, por demás incoherentes, este Godínez García se lanza contra Andrés Manuel López Obrador montándose en la ola crítica que de manera por demás gratuita y a veces tendenciosa como es el caso de la columna de Godínez García, que han levantado ciertas declaraciones del tabasqueño sobre el desempeño de los militares en funciones de fuerzas de seguridad pública.
Godínez García, por la cómoda vía de nadar a favor de la corriente, tacha al tabasqueño de enemigo de las FA, me supongo que en su propio diccionario de abreviaturas son las siglas de las Fuerzas Armadas, siglas que hasta hoy yo solamente he visto que las utilice Godínez para referirse al Ejército Nacional.
El móvil de Godínez parece provenir de su deseo de congraciarse con “las FA”, a cuyos servicios de inteligencia tachó de mentirosos cuando lo investigaron por sus presuntos nexos con el narcotráfico. (Proceso Agosto 10).
Luego de “poner contra la pared”, de la manera más simplista que uno se pudiera imaginar, a López Obrador fustigándolo como enemigo de las FA, Godínez voltea a ver a SDP y se le hace que, tal vez por la reconocida amistad que guardan Federico Arreola y el líder de MORENA, amistad que ninguno ha negado jamás a pesar de tener ahora latitudes de trabajo en distintos planos, que nuestro portal SDP y AMLO están armando una conjura contra las FA.
¡Válgame Dios!
La verdad que ni como columna con datos exclusivos, menos como género periodístico bien trabajado, y menos con una sintaxis elemental, las parrafadas de Godínez valen la pena para tomarlas en cuenta como un elemento, ni de crítica razonada que de un punto de vista claro sobre el tema, y menos de tener fundamentos para realizar las rocambolescas aseveraciones que hace sobre la conjura AMLO-Arreola contra las FA.
Un diario del prestigio del Excélsior debería tener una mesa editorial que revisara cuidadosamente los contenidos de las columnas, que en ocasiones por tendenciosas comprometen la línea editorial de la publicación, y mandar a los correctores de estilo a que conviertan al castellano la mezcolanza de temas que Godínez revienta desde el hígado y no desde el cerebro.
Para un director como el profesional Pascal Beltrán del Río, es obligado dar una explicación de esa nota. Y de paso darle un jalón de orejas a su mesa editorial y a su cuerpo de redactores de estilo para que no dejen pasar semejantes barbaridades como la columna de Godínez.
La tradición del Excélsior es lo menos que merece.