La crisis que hoy viven los partidos políticos en el país hace que la elección para presidente del próximo año sea algo totalmente inédita y que la definición de la elección quede en manos del Frente Ciudadano formado principalmente por el PAN y el PRD.
Nada está definido aún
Para empezar, no podemos dejar de ver que, a diferencia de las elecciones anteriores donde era casi siempre un hecho que ganara el candidato del partido en el poder, incluso en aquellas elecciones donde se dio la alternancia, la del 2000 y la de 2012, donde se perfilaba con la mayor posibilidad el candidato opositor, en la primera con Vicente Fox y la segunda, con Enrique Peña Nieto, en la próxima elección no hay una tendencia definida para nadie.
El factor AMLO, el dedazo de Peña y el frente
Para la elección del 2018 hay dos claras propuestas, la del presidente de la República a través del PRI y la de Andrés Manuel López Obrador por Morena. Ni uno ni otro son predominantes y para complicar aún más las cosas, las otras dos fuerzas que en su momento fueron factor determinante en las elecciones, hoy se unen para conformar un Frente Ciudadano que los convierte en una fuerza real.
El Frente, tan es una fuerza real que, en 2017 gobierna en cuatro entidades, Veracruz, Quintana Roo, Durango y Baja California y es un hecho innegable que desde que se empezaron a dar estas alianzas electorales, se convirtieron en un factor importante en el resultado de las elecciones.
Acabó el chantaje de la chiquillada
Por eso, lo partidos minoritarios, como el PT, Nueva Alianza, Verde Ecologista o Movimiento Ciudadano ya no son tan relevantes, ni para el PRI, ni para el PAN, ahora la definición está en lo que alcance o no hacer el Frente Ciudadano y a quienes más logre sumar.
También el Factor del frente no sólo impacta en la arena de la elección presidencial, sino y quizá donde más relevancia tenga es, sin duda, en la conformación de bloques en el Congreso de la Unión y desde ahí tener una influencia mayúscula.
A partir de la crisis de los partidos el escenario es totalmente incierto
En el PRI existen dos tendencias, la del presidente Enrique Peña Nieto que impulsa a sus delfines como José Antonio Meade, Miguel Ángel Osorio Chong, Aurelio Nuño y José Narro. Pero también está muy atento y preocupado por cómo se conformará el Congreso y la fuerza que pueda tener su bancada para no entrar en una parálisis legislativa como sucedió a partir de 1997.
Contra el presidente dentro del PRI está la corriente salinista que opera políticamente el ex dirigente del partido, Manlio Fabio Beltrones quien apuesta, más que a la candidatura presidencial por el control del Congreso a través de su modelo simi-parlamentario que ha venido impulsando desde hace ya varios años.
La crisis en el PAN tampoco es miel sobre hojuelas, existen dos tendencias claras, la que está con el ex gobernador de Puebla, Javier Moreno Valle y la que está con la ex primera dama, Margarita Zavala y en medio de ambos se encuentra un iracundo líder de partido, que pareciera juega las veces de esquirol de su propio partido en favor de Moreno Valle, ya que con la esposa del ex presidente ha mantenido una guerra sin cuartel.
El PAN también venderá caro su amor, porque para la candidatura presidencial tendrá que debatirla, primero al interior y luego con su aliado el PRD y ahí las cosas no se ven nada fáciles.
Sin embargo, donde sí han tenido mucho éxito es en las alianzas para gobernadores y para el Congreso y la primera muestra de cara al 2018, lo dieron esta semana al presentar su agenda legislativa.
La presentación, llena de lugares comunes sin fondo ni perspectiva, sirvió para mostrar músculo político en Congreso, sobre todo ante los embates del PRI y de Morena en torno al posible candidato presidencial y si empatar con la propuesta del priísta disidente, sobre un control gubernamental a través del Congreso.
Morena no tiene más oferta política que la de AMLO como presidente de la República y verse representado por priístas y perredistas-expriístas en el Congreso como una primera minoría, de ahí la preocupación del tabasqueño de que el candidato del Frente a la presidencia le salga con espolones, porque a quien le quitará votos, será a Morena, más que al PRI.
En cambio, para el PRI de Peña su preocupación es la fuerza que pueda tener el Frente para la elección de Congreso, porque ahí es donde le quitará fuerza y el PRI sí se podrá ir en el Congreso hasta un cuarto lugar.
El Frente ya incomoda
De ahí la importancia del Frente y los aliados que tenga, tanto del PRI como de Morena. Al final es todo un juego de poder por el poder.
Por ejemplo, para el ex dirigente del PRI, Manlio Fabio Beltrones, con la responsabilidad de llevar a buen puerto a su partido en las elecciones de 2016, aseguraba que las alianzas entre el PAN y el PRD eran antinatura, aseguraba que mezclar la izquierda con la derecha era como mezclar el agua con el aceite.
Sin embargo, una vez que perdió dramáticamente las elecciones del 2016, de que dejó de ser protagonista en el PRI, sin cargo alguno y viendo que el presidente Peña asumía claramente el control político y de su propia sucesión, se olvidó de que una alianza o coalición son “antinatura” y en 2017 presentó ante la Comisión de Asuntos Legislativos de su partido su propuesta de “Ley reglamentaria de gobiernos de coalición” con la intención, dijo, de que los partidos políticos consideren en su horizonte la posibilidad de que la coalición electoral eventualmente podría derivar en un gobierno de coalición”.
Es decir, que la corriente salinista dará su apoyo al Frente Ciudadano por México en las elecciones de Congreso.
¿AMLO aliado a Beltrones?
Lo curioso es que AMLO hizo un comentario totalmente similar al que en su momento hizo Manlio Fabio Beltrones, al asegurar que “están simulando que va a haber un frente independiente entre comillas, una alianza, un acuerdo, una mezcolanza, porque se une PAN con PRD, una relación política sin nada, marcada por la promiscuidad, no hay ideales, ni principios y solo es unirse para mantener al régimen de corrupción, de injusticias”.
Pero en 2010, cuando se dio la disputa entre Ricardo Monreal y Amalia García por Zacatecas por lo que AMLO desconoció a García por imponer a un candidato a la gubernatura, no dudó junto con el hoy delegado en Cuauhtémoc en lanzar a David Monreal como candidato del PT para quitar los votos al PRD y luego ante la imposibilidad de ganarle, decidió que éste declinara a favor del priista Miguel Alonso Reyes, permitiendo que el tricolor recuperara la entidad. Cabe destacar que Reyes había sido secretario particular de Ricardo Monreal cuando ambos dejaron el PRI.
Peña contra Salinas
De esta forma, se puede decir que, en lo inédito de la elección del 2018, lo más relevante será la composición del Congreso y la verdadera batalla, no es entre el PRI contra Morena, sino entre el PRI del presidente Peña contra Salinas y quien inclinará la balanza de un lado o de otro, será sin lugar a dudas el éxito que tenga el Frente Ciudadano, que neutralizará a AMLO en la presidencial y lo utilizará en la conformación de las corrientes al interior del Congreso.