La tarde del dos de octubre de 1968, en la Plaza de las Tres Culturas, un helicóptero lanzó una luz de bengala y el Ejército Mexicano empezó a disparar sobre la multitud de estudiantes que se manifestaban exigiendo una mayor libertad de expresión.
El Presidente de México era Gustavo Díaz Ordaz y el Secretario de Gobernación, Luis Echeverría Álvarez. Díaz Ordaz, cuya soberbia impedía cualquier intento de diálogo, había declarado días antes que el movimiento estudiantil era una ?algarada sin importancia?.
Los medios callaron, y la versión oficial aseguró que habían fallecido 50 personas entre estudiantes, policías y soldados.
Y nadie les creyó nunca.
47 años después de la Noche De Tlatelolco, llegó La Noche de Ayotzinapa.
El 26 de septiembre de 2014, de acuerdo a la ?versión oficial? o a la ?verdad histórica?, un grupo de estudiantes se reunió para ensuciar un acto político del Alcalde de Iguala, José Luis Abarca y de su esposa María de los Ángeles Pineda Villa. Salieron de la escuela normal rural Isidro Burgos, en Ayotzinapa y fueron confundidos con miembros de Los Rojos, un grupo criminal antagónico a Guerreros Unidos, que controlaba al Gobierno de Iguala.
Los normalistas fueron detenidos por policías municipales de Iguala y Cocula por órdenes de José Luis Abarca, mientras escuchaba el Presidente Municipal el informe de las actividades de su esposa al frente del DIF municipal. Los policías mataron a tres normalistas y a otras tres personas, y entregaron a los demás a integrantes del cártel Guerreros Unidos, quienes los asesinaron y arrojaron sus restos en un basurero municipal de Colula, sobre el río San Juan.
Y seguimos sin creer las ?versiones oficiales? y las ?verdades históricas?.
El Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes, conocido por sus siglas GIEI, fue creado a finales de 2014 mediante el Acuerdo de Asistencia Técnica firmado por el Gobierno mexicano, la Comisión Interamericana de los Derechos Humanos, CIDH, y los representantes de los 43 estudiantes desaparecidos.
El pasado seis de septiembre, presentaron sus primeras recomendaciones.
La primera conclusión es que los hechos de Ayotzinapa, no ocurrieron como lo narran los presuntos responsables, y como lo establece el peritaje de la PGR. Entre el peritaje presentado y versiones de los inculpados, hay enormes contradicciones.
Los expertos aseguraron que fue una acción con ?coordinación y mando?, con un objetivo de ?alto nivel?, mucho más allá de sabotear el discurso del Alcalde, que terminó antes de que llegaran los camiones con los normalistas.
La meta era impedir la salida de los combativos estudiantes y no había razón alguna para que los confundieran con Los Rojos.
Los cinco acusados de perpetrar la muerte y la incineración de los 43 estudiantes, aseguraron que fueron torturados para obtener su declaración.
Después de la Noche de Tlatelolco, llegó la noche de Ayotzinapa.
Ni la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, ni el Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes, ni mucho menos los padres de los 43 desaparecidos, creen en la versión oficial del Gobierno Mexicano.
¿Y usted?