Pensar, decir Ayotzinapa es referir los 6 muertos, los 24 heridos, la emboscada y desaparición forzada de los 43 normalistas así como las víctimas colaterales de la infausta noche del 26 de septiembre de 2014. Pensar el número 43 es pronunciar sus nombres (el libro Ayotzinapa. La travesía de las tortugas, editado por Proceso, busca además dar rostro y contenido a la vida de quienes han querido ser profesores):

1. Abel García Hernández

2. Abelardo Vázquez Peniten

3. Adán Abrajan de la Cruz

4. Antonio Santana Maestro

5, Alexander Mora Venancio

6. Benjamín Ascencio Bautista

7. Bernardo Flores Alcaraz

8. Carlos Iván Ramírez Villarreal

9. Carlos Lorenzo Hernández Muñoz

10. César Manuel González Hernández

11.Christian Alfonso Rodríguez Telumbre

12. Christian Tomas Colón Garnica

13. Cutberto Ortiz Ramos

14. Dorian González Parral

15. Emiliano Alen Gaspar de la Cruz

16. Everardo Rodríguez Bello

17. Felipe Arnulfo Rosas

18. Giovanni Galindes Guerrero

19. Israel Caballero Sánchez

20. Israel Jacinto Lugardo

21. Jesús Jovany Rodríguez Tlatempa

22. Jhosivani Guerrero de la Cruz

23. Jonas Trujillo González

24. Jorge Álvarez Nava

25. Jorge Aníbal Cruz Mendoza

26. Jorge Antonio Tizapa Legideño

27. Jorge Luis González Parral

28. José Ángel Campos Cantor

29. José Ángel Navarrete González

30.José Eduardo Bartolo Tlatempa

31.José Luís Luna Torres

32. Julio César López Patolzin

33. Leonel Castro Abarca

34. Luis Ángel Abarca Carrillo

35.Luis Ángel Francisco Arzola

36. Magdaleno Rubén Lauro Villegas

37. Marcial Pablo Baranda

38. Marco Antonio Gómez Molina

39. Martín Getsemany Sánchez García

40. Mauricio Ortega Valerio

41. Miguel Ángel Hernández Martínez

42. Miguel Ángel Mendoza Zacarías

43.Saúl Bruno García

Pero también el nombre de los 6 asesinados:

1. Julio César Mondragón Fontes; estudiante torturado y desollado.

2. Daniel Solís Gallardo; estudiante.

3. Julio César Ramírez Nava; estudiante.

4. David Josué García Evangelista; futbolista, integrante del equipo de fútbol de tercera división, Los Avispones.

5. Víctor Manuel Lugo Ortiz; chofer del autobús que transportaba al equipo de fútbol.

6. Blanca Montiel Sánchez; pasajera de un taxi atrapado en el ataque.

A un año del a aciago crimen, el mecanismo del poder exhibe incapacidad, falta de voluntad y aun complicidad en la ausencia del esclarecimiento de los hechos y el ejercicio de la justicia. La segunda reunión de Peña Nieto con los familiares de los desaparecidos es la clara muestra del freno que el gobierno se pone a sí mismo y el que desea imponer a los familiares de las víctimas y a la sociedad. Todo a cuenta de otra imposición, la de la ?verdad histórica? que ha resultado en falacia histórica. Y de una pretensión: El silencio.

Los peores, los más graves adjetivos tienen que emplearse para referir, narrar, describir el horrendo crimen. Los estudiantes que procuraban los vehículos para transportarse a la conmemoración de un año más de la siniestra noche de Tlatelolco, fueron atrapados en el torbellino profundo de su propia noche. En un país ya anegado en sangre como política oficial desde el segundo sexenio panista, lo que menos se sospechaba era que un acontecimiento con ciertas semejanzas a la matanza de 1968 y trágicamente relacionado volviera a acontecer. Y sucedió. Y el gobierno mexicano (y así, el estado) ha estado por obra u omisión o incapacidad o falta de verdadera voluntad, involucrado en ambos agravios a la patria; en el crimen de sus hijos, de su futuro que no fue, el de los jóvenes estudiantes.

Y en 2015 resuena con indignación y clamor de justicia el primer aniversario de la muerte desgraciada. Así como el 2 de octubre no se olvida, el 26 de septiembre tampoco jamás se olvidará. Y a la brutal noche de la matanza de Tlatelolco le precederá a partir de ahora la funesta memoria viva de la noche de la masacre de Iguala. ¿Cuándo saldrán los mexicanos del silencio para unir en una sola voz el grito de justicia por el dolor de ambas noches, y el de otras noches y días, y por la tristeza y la humillación de 130.000 crímenes y la desaparición forzada de cerca de 30.000 vidas, de acuerdo a las propias estadísticas oficiales?