29 de abril de 2024 | 11:27 p.m.
Opinión de Anel Guadalupe Montero Díaz

    Los claroscuros #AMLOconAlatorre

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    Anoche se transmitió a través de Azteca Uno, la entrevista que Javier Alatorre realizó al candidato de la coalición Juntos haremos historia, Andrés Manuel López Obrador y a su esposa, desde la intimidad de su hogar para el programa “Los Presidenciables”.

    El público que siguió atentamente la transmisión -filias y fobias políticas aparte-, pudo atestiguar la austeridad y sencillez que caracterizan al líder de Morena a través del tour que el candidato regaló a su entrevistador a lo largo y ancho de la propiedad construida en un terreno que no supera los 60 metros cuadrados.

    Lo anterior ofrece una explicación de por qué el tabasqueño es el puntero en las encuestas, tomando en cuenta que en la presente administración, 16 ex gobernadores han tenido que comparecer ante la justicia, de los cuales 5 están en la cárcel, 3 se encuentran prófugos y 2 están amparados. Todos ellos están acusados de enriquecimiento ilícito, algunos de lavado de dinero y nexos con el crimen organizado.

    En síntesis: Los políticos tradicionales -algunos de ellos presentados como la esperanza del país, han devastado a las entidades, defraudado a sus representados y herido de muerte a los partidos políticos que alguna vez los respaldaron.

    Y en medio de ese escenario, todavía hay quien se pregunta por qué AMLO despierta tales simpatías, como si el contraste que demuestra el puntero respecto del estilo de vida y trabajo de sus adversarios, no fuera un argumento válido y contundente por sí mismo.

    Sin embargo, es este mismo hecho el que tiene de cabeza a una parte del electorado -los indecisos, por ejemplo-, a quienes por cierto no termina de convencer.

    Hay por lo menos 3 dudas legítimas que el ciudadano crítico se formula mientras observa maravillado -la sencillez siempre causa ese efecto- el estilo de vida de Andrés Manuel López Obrador y su familia

    1.- ¿Por qué AMLO tuvo que pactar con actores políticos que representan justamente lo contrario de lo que él está interesado de mostrar al electorado que lo considera una opción viable para superar prácticas políticas y personajes impresentables?

    2.- AMLO tiene 8 trajes. El dato fue obtenido de manera directa por Alatorre, quien entró hasta el closet a verificar el guardarropa del líder de Morena. Es tan austero que raya en la exageración.

    Por eso, la pregunta aquí es ¿vale entonces aplicar el mismo sospechosismo que él ha recetado a sus adversarios a lo largo de los años? Pero sobre todo ¿qué tendría de reprobable que AMLO usara más trajes o viviera en una propiedad más grande? Si todo lo anterior lo ha obtenido a través del trabajo honesto y digno, no habría mayor problema y así lo entenderíamos todos los mexicanos.

    ¿Por qué es importante reflexionar sobre este punto? Porque el candidato envía mensajes contradictorios que son interpretados a conveniencia por una parte del electorado.

    Si por un lado afirma que “no tiene nada de malo ser rico” al tiempo que sus propuestas políticas siguen la línea de austeridad personal del AMLO privilegiando este mensaje por encima del análisis lógico, el consejo de los expertos y las negociaciones necesarias para llevar a cabo las acciones de su gobierno, entonces esta cualidad se convertiría en un lastre para toda su administración, sin duda.

    3.- Independientemente de que el lector considere – o no- a AMLO como su candidato presidencial, si la sencillez es muestra de honestidad y este axioma es útil para distinguir entre “funcionario” y “servidor público” ¿qué garantía de cambio ofrece AMLO a través de los miembros del gabinete que propone para su gobierno? ¿Cuántos resistirían este filtro?

    Cuando Andrés Manuel se refirió a “La cuarta transformación” en el contexto de la entrevista con Alatorre, dio la impresión de estar concentrado solamente en el momento del triunfo, pero gobernar es otra cosa.

    Por eso, las posibles respuestas a cada una de estas preguntas deberían ser analizadas y debatidas por los electores sin temor a ser tachados de traidores o vendidos, porque existe la posibilidad de que en el tiempo que falta para elegir Presidente de México, se sumen a AMLO más actores políticos impresentables que podrían garantizar un triunfo para los mismos de siempre, pero una desgracia para México y los mexicanos.

    ¿Usted qué opina, estimado lector?