Ya se había anunciado y ayer se concretó formalmente: la derecha pone en movimiento toda su fuerza social, política y empresarial, que vale decir, todo su dinero, para detener la revolución pasiva de orientación progresista encabezada por AMLO denominada 4T-4R, intentando renivelar la balanza de poder en México con el propósito de modificar el pronóstico de lo que se avizora en el corto plazo: una victoria aplastante de MORENA al influjo de la actividad presidencial, de sus cambios, de su discurso, de los beneficios aportados a decenas de millones de mexicanos que recuperaron la esperanza en un alivio sostenido a su tremendamente precaria situación, al tiempo que se abre un nuevo frente de lucha sanitaria contra una variante anunciada del COVID-19 que se expande desde Gran Bretaña, y se revelan fechorías gigantescas que los dueños de los partidos que hoy se coligan conocían, o bien, solaparon, o bien, ignoraron o incluso, participaron o se beneficiaron de ellas millonariamente, lo que se está procediendo a desentrañar jurídicamente, y que pondría con un pie en la cárcel a destacados y conocidos amigos y correligionarios de estos líderes hoy “cruzados”.

Así es, estamos ante una alianza entre propietarios de organizaciones sociales, franquicias políticas, empresas, para defender negocios y privilegios esfumados, disfrazada de “nacionalismo y democracia”. Hoy quienes han tenido a su lado a los saqueadores de las finanzas públicas, a los más corruptos entre los corruptos y que nada hicieron, nunca denunciaron, jamás se opusieron al brutal saqueo, dicen “sí a México”, y “sí a la democracia”, aunque no han consultado de manera directa a los formalmente integrantes de las organizaciones y partidos, o, a otros socios de empresas, que dicen representar, pero que actúan como patrones de la voluntad de sus compañeros o colegas, porque ya firmaron una alianza que impondrán a sus conciudadanos con el discurso desgastado y venal del “populismo”, del “autoritarismo”, de la “catástrofe nacional”, y otras “brillantes falacias”.

Sin embargo no todo puede ser intensamente criticado: celebramos que decidan disputar el poder por la vía electoral, civilizada y legal, que en realidad conviene a todos, que busquen triunfos legítimos y confronten ideológicamente el discurso de la 4T-4R, con ideas, teorías y programas alternativos, aunque aventarán los millones por delante para convencer a los mexicanos de que es urgente detener el “populismo” (como repite frenéticamente el conservadurismo nacional), “el chavismo” (como dicen los de FRENA), o el “neo comunismo” como reza la ignorancia de la senadora Lily Téllez y su escasa formación política-ideológica, una neo-prianista en el peor momento de Acción Nacional y del Revolucionario Institucional. Esperamos que unos de los funcionarios mejor pagados como los del INE cumplan su cometido de fiscalizar gastos de campañas y tengan los informes en el tiempo legal necesario para proceder, si hay casos.

El mundo se ha estremecido con la noticia de que han descubierto la propagación por Gran Bretaña y Europa de una nueva cepa contagiosa, variante del COVID-19, justo cuando las vacunas empezaban a llegar y a ser aplicadas, y con ellas una gran esperanza para todos. Pésima noticia. Y nuevamente la misma reacción fallida: no hay claridad de lo que pasa, nadie pone la información con detalle científico en sus justos términos, empiezan las deliberaciones, las conjeturas mientras el virus se propaga y contagia a miles, y se trata de cerrar fronteras, de impedir esto o lo otro pero el virus ya actúa de manera implacable. Lo digo porque como en el caso del COVID-19 y que ya comenté una vez en este espacio, el gobierno del Reino Unido informó sobre casos presentes de la variante del virus SARS-COV-2, el 14 de diciembre, cuando los primeros casos se produjeron en el mes de septiembre de 2020. El virus nuevo les llevaba a los científicos del mundo tres meses de ventaja, por decirlo así.

El problema con estos micro-organismos vivos que atacan a organismos mayores y más complejos, es que mutan de manera constante en la medida en que se propagan, y ello es propio de cualquier organismo vivo: la científica Adriana Heguy, directora del Centro de Tecnología del Genoma de la Escuela de Medicina Grossman, de la Universidad de Nueva York explicó (BBC News, 22 de diciembre, 2020) que “Todos los virus mutan naturalmente y el SARS-CoV-2, causante de la enfermedad covid-19, no es una excepción: se calcula que acumula uno o dos cambios al mes. A medida que las células de cualquier organismo se replican van adquiriendo mutaciones".

Y agrega la Dra. Lucy Van Dorp de la Universidad College London (misma fuente): “La amplia mayoría de las mutaciones que observamos en genomas del SARS-CoV-2 están ahí como pasajeras. No cambian el comportamiento del virus, simplemente son transportadas". Entonces, tales mutaciones no son necesariamente algo negativo para su detección y combate, salvo que tales mutaciones conlleven la capacidad del virus de “mutar, sobrevivir y reproducirse”. Allí está el punto. Puede quedarse en el estado de mutación asumido y reproducirse, al parecer no es lo común, pero puede suceder, y ya sucedió, en el caso de la nueva variante británica que se propaga a una velocidad extraordinaria. Las mutaciones en el gen que codifica la proteína espiga (conocida como proteína spike en inglés), que el virus usa para acoplarse y entrar en las células humanas, son particularmente preocupantes. La variante tiene 14 mutaciones que causan un cambio en los bloques de construcción de proteínas (aminoácidos) y tres supresiones (partes faltantes del código genético). Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), algunas pueden influir en la rapidez de propagación del virus.

El origen en cuanto a humanos infectados puede estar en un tipo de paciente con un sistema inmunológico debilitado que albergó el virus en su organismo y “que fue incapaz de destruir el virus, que pudo permanecer en el cuerpo durante varios meses acumulando mutaciones a lo largo de ese tiempo” hasta tomar las características actuales con las cuales se propaga en Islandia, Dinamarca, Italia, Australia y los Países Bajos. Este es hoy en centro de gravedad del nuevo esfuerzo científico internacional: conocimiento para combatirlo eficazmente.

Es probable que ello traiga consigo la necesidad de recomponer la vacuna en el mediano o largo plazo, así como la estrategia de distribución y aplicación. Ya se cuestionan también estos temas. Pero no hay al momento ninguna evidencia tampoco de que, dada esta circunstancia, la efectividad de las vacunas haya disminuido, no hay ninguna prueba científica de ello. Además, la OMS consideró que no era conveniente suspender vuelos desde Gran Bretaña por no haber ninguna evidencia tampoco de que sea una medida efectiva.

Hay que redoblar los esfuerzos de cuidado y prevención y aplicar la vacuna cuando sea posible. Por el momento no se ve más en el horizonte inmediato.