AMLO fue más allá esta vez; no le bastaron “Las Mañaneras” para la prodigalidad de mentiras y contradicciones, sino que osó hacer lo propio nada menos que en el G20, el principal espacio de deliberación política y económica del mundo. Y no solo eso, sino que de forma insolente y arrogante, como si alguien se lo hubiese solicitado, se atrevió a dar un consejo a los principales líderes del planeta, quienes por cierto, sí han logrado solventar con relativo éxito el problema económico y de salud derivado de la pandemia por covid-19.

La reunión, en la que Arabia Saudita fungió como país anfitrión, tuvo como objetivo superar la pandemia, recuperar el crecimiento y el empleo.

Durante su intervención en dicho foro, el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador (AMLO), habló de cinco puntos que abordó de la siguiente manera:

1. La salud es un derecho humano fundamental que el Estado tiene que garantizar, haciendo a un lado el afán de lucro. Vacunas, atención médica y medicinas deben ser gratuitas y de acceso universal.

2. Promover una alimentación saludable, para prevenir en lugar de curar. Evitar productos con exceso de sal, azúcares, grasas y químicos, tomando en cuenta que el Covid-19 ha afectado más a personas con hipertensión, diabetes y obesidad, condiciones relacionadas con el consumo de esos alimentos.

3. Que la seguridad social se enfoque en la familia como unidad. "No abandonar a los adultos mayores en albergues o asilos".

4. Confiar más en la responsabilidad de la gente. Garantizar ante toda circunstancia, la libertad y evitar la tentación de medidas autoritarias como confinamiento excesivo o toque de queda.

5. Hacer el rescate económico de abajo hacia arriba, orientando los recursos públicos a ayudar primero a los pobres y no la iniciativa privada. Evitar el endeudamiento. (El Universal).

Lo que no dijo el presidente es que “México enfrenta un desabasto de vacunas contra tuberculosis y el virus del papiloma humano por falta de previsión del gobierno federal”. (Latinus15/11/20).

Tampoco comentó que en 9 meses -del 11 de diciembre de 2019 al 3 de septiembre de 2020-, 1,608 niños fallecieron por cáncer, dando lugar a que La Organización Mundial de la Salud (OMS) se pronunciara en este sentido y lamentara que niños con cáncer estén muriendo en México por falta de tratamiento o de medicamentos. “Es una verdadera tragedia”, aseguró el director de emergencias de la OMS, Michael Ryan.(Infobae13/10/20).

AMLO habló de evitar el endeudamiento. Pero ocultó que debido al nulo crecimiento de su primer año de gobierno y la crisis económica que enfrenta el país por efecto de la pandemia del Covid-19, en su segundo año de administración se ubica con una deuda histórica que supera los 12 billones de pesos.

“De acuerdo con datos de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), el 1 de diciembre del 2018, cuando tomó protesta como presidente del país, el Saldo Histórico de los Requerimientos Financieros del Sector Público (SHEFSP) —la medida más amplia de la deuda— se ubicaba en alrededor de 10.55 billones de pesos.

En el 2019, su primer año de gobierno, dicho saldo se elevó y cerró el año en 10.87 billones de pesos. Y en el primer semestre del segundo año de gobierno, la deuda total del país se ubicó en 12.07 billones de pesos, con lo que, la deuda se ha incrementado en 1.15 billones de pesos”.(El Economista01/09/20).

Ante los líderes de los países del Grupo de los 20, el mandatario federal abogó por la salud de los ciudadanos, sobre todo por los pobres, pero la situación en el país es otra. Así lo consignó la agencia NotiPress. Al redactar la nota informativa del foro, escribió:

“En la primera reunión virtual del G20, donde participó el presidente de México Andrés Manuel López Obrador, los principales temas a tratar estuvieron relacionados con la crisis sanitaria y la vacuna para controlarla.

Mientras el presidente afirmaba la responsabilidad del Estado por proteger la salud de los ciudadanos, especialmente aquellos con enfermedades crónicas, el manejo de la situación en el país muestra otros datos.

La participación del presidente López Obrador por parte de México fue resumida en cinco puntos. La satisfacción del Estado por garantizar la salud fue el primero, una afirmación discutible por algunos expertos. Mientras la Organización Mundial de la Salud (OMS) reconoció en un principio el sistema de detección del país, recientemente declaró en su cuenta de Twitter la situación actual como "atroz". De las principales problemáticas señaladas por la OMS fue la incapacidad de realizar suficientes pruebas de Covid-19 en los mexicanos. Según el director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, se realizan tres pruebas por cada 100 mil habitantes. Sin las pruebas hechas, es imposible tener un seguimiento adecuado a la población contagiada.

Otro de los puntos dichos por AMLO fue "ayudar a los pobres y no centrar las acciones gubernamentales sólo en destinar fondos públicos a empresas o instituciones financieras en quiebra". Aunque loable, la situación en México ha sido otra. De acuerdo con Michael Ryan, el director ejecutivo del Programa de Emergencias Sanitarias de la OMS, en México las personas pobres son 50% más vulnerables a morir de Covid-19, señalando la alta mortalidad sobre todo en comunidades indígenas. "Hay una situación compleja en México con este impacto desigual sobre los pobres y los indígenas, con una estrategia de relativamente poco testeo, que significa que la escala de la epidemia está subrepresentada. Está claro que se necesita hacer más para abordar los problemas de diagnóstico y la diferencia de resultados entre los diferentes grupos sociales", declaró el doctor Ryan.

Con poco más de un millón de casos confirmados en México y más de cien mil muertes, México se enfrenta a una situación crítica. Las peticiones del presidente Andrés Manuel ante la cumbre virtual del G20 son precisas y optan por las mejores intenciones. Sin embargo, las cifras y la situación actual de los mexicanos demuestra que son más necesarias las acciones a las palabras”.

Pero pese al anterior contexto y al hecho de que los mexicanos conocemos y hemos vivimos cada día antes y durante la pandemia, el presidente de México no tuvo mayor pudor para plantar cara a los líderes del mundo y aún de manera virtual, ofrecerles una retahíla de falacias y barbaridades que no solo abochornaron al secretario de Hacienda, Arturo Herrera, que lo acompañó en su presentación sin siquiera levantar el rostro, sino que se hizo patente -una vez más- el reproche y enojo de los mexicanos que así lo manifestaron de forma diversa.

Por cierto, hablando de hacer quedar en ridículo a quienes lo acompañan en su Movimiento de la Cuarta Transformación; el Estado Mexicano se perfila como una más de sus víctimas, luego de que, ya se vio en el caso del general Salvador Cienfuegos, ex Secretario de la Defensa Nacional (SEDENA), está dando línea al Ministerio Público Federal para que resuelva en el sentido contrario a las acusaciones por las que la DEA lo detuvo el 15 de octubre pasado en el aeropuerto de Los Ángeles, California, acusado por delitos de narcotráfico y lavado de dinero. López Obrador dijo en La Mañera que su Gobierno no tenía ninguna información o indicios de algún presunto nexo de Cienfuegos con el narcotráfico. Así que todo apunta a que solo se montará un nuevo show para salir al paso y no habrá mayor delito qué perseguir. Al tiempo.