Resulta frustrante ver que la modernidad no le da al SAT para poner un poco de lógica al proceso de los CFDI, pues sin problema alguno es posible:
a) Timbrar y obtener un sello digital para un CFDI.
b) Verificar en el propio portal del SAT https://verificacfdi.facturaelectronica.sat.gob.mx/ el tal CFDI obteniendo el estatus de “Vigente”.
c) Encontrar el CFDI en formato XML en la base de datos del SAT https://cfdiau.sat.gob.mx/nidp/app/loginid=SATUPCFDiCon&sid=0&option=credential&sid=0
Para en última instancia, al “Validar” el CFDI en la opción también de SAT https://www.consulta.sat.gob.mx/sicofi_web/moduloECFD_plus/ValidadorCFDI/Validador%20cfdi.html obtener que no es válido y por ende no es deducible para efectos fiscales porque no cumple con los parámetros de estructura.
Que la validación de la estructura no sea una parte fundamental del algoritmo de computación que permite generar el timbrado y sello digital es una falla de programador novato, pero que se pueda “Verificar” sin problemas el tal CFDI y que el mismo se encuentre en las bases de datos del SAT sin cumplir con los requisitos de estructura ya raya en lo negligente.
Una empresa no tan pequeña podrá adquirir un software que le ayude a validar las varias facturas que recibe de sus proveedores, pero aun así, al detectar el software los errores, es menester ir a validarla manualmente en el portal del SAT en donde encuentra uno el escenario arriba descrito. Una empresa pequeña se verá metida en un berenjenal para poder validar sus facturas sin la capacidad de contar con un software y muchas de la veces sin tener conocimientos técnicos mínimos para navegar la pagina del SAT, mucho menos para poder validar sus CFDI.
La bendita “simplificación administrativa” existe sí pues, pero ella es para la autoridad que delega en el contribuyente la carga administrativa y económica que ello implica.
Que poca SAT. Neta.
Arturo Salinas Guerrero
@rtoursg