Si le tuviéramos que poner título y género de película a las campañas presidenciales de Josefina Vázquez Mota y Enrique Peña Nieto, el titulo de la película sería "La rebelión de los acarreados" y estaría clasificada en el genero de terror, al menos terror político y dadas las circunstancias sería sin duda uno de los títulos mas taquilleros de la temporada.

 

Y es que los tiempos han cambiado y los acarreados ya no son como antes, en la actualidad no basta con darles su respectiva gorra, playera, paraguas, su tradicional "lunch" que incluye torta y refresco, una fabulosa despensa o en el mejor de los casos un pago en efectivo que puede llegar a ser de $500 pesos, sin olvidar el viaje redondo en camión guajolotero pueblo-mitin mitin-pueblo.

 

Sin embargo y pese al gran esfuerzo que los partidos políticos hacen para satisfacer las necesidades de los acarreados, mediante lo descrito en el párrafo anterior, estos últimos se atreven a abandonar el mitin, pero ese no es el problema, cualquiera tiene el derecho de salir del "evento" cuando quiera. ¿Pero salir justo cuando el candidato esta dando su discurso? Ah que gente tan mal agradecida ¿No?

 

Al parecer abandonar a los candidatos en pleno discurso es lo de hoy, como quien dice está de moda, si esto lo hubiéramos sabido al inicio de las campañas, seguramente no se habría hecho tanto ruido cuando Josefina Vázquez Mota vació, literalmente, el Estadio Azul en su toma de protesta, porque después de ese incidente han habido varios casos donde Enrique Peña Nieto ha hecho lo propio, el más reciente el pasado sábado 26 de mayo en Guasave, Sinaloa, cuando tal y como lo hizo la candidata del PAN, Peña Nieto vació casi en su totalidad el estadio en donde se llevó a cabo su mitin.

 

Cabe destacar que al igual que en la toma de protesta de Josefina, los asistentes al mitin de Peña Nieto en el estadio de Guasave, llevaban más de tres horas en el lugar bajo el rayo del sol, ese fue el principal motivo por el que se retiraron, así como el hecho de que la mayoría proviene de pueblos lejanos y ante el temor de perder el camión de regreso a su casa, no les importó dejar hablando solo al candidato presidencial, al fin y al cabo ya les habían dado sus souvenir's y su respectivo "lunch". El candidato es lo de menos, si quieren saber algo de él solo tienen que prender su televisión.

 

Aun cuando la práctica de acarreo multitudinario al parecer no pasa de moda para el PRI y el PAN, esta parece ser una de las ultimas elecciones en las que dichos partidos políticos podrán hacer uso de esta práctica, ya que a medida que la población tenga mas acceso a la información, va a ser más difícil comprar simpatizantes con gorras, camisas o despensas, toda vez que estamos ante las primeras señas de lo que podríamos denominar, como mencioné al principio, la rebelión de los acarreados, lo que representara un reto para los partidos tradicionales acostumbrados a comprar simpatizantes con poco más que migajas.