Bueno, eso dicen las abuelitas, tal vez tienen algo de razón, actualmente lo primero que observan los hombres en las mujeres son las curvas,  mientras tanto las mujeres se fijan primero en la cartera, el auto, el tamaño, etc.

 

Las abuelitas no están tan erradas, ya que el consejo completo era: “El amor llega por los ojos, lo procuras por el estomago y lo mantienes con lo que tienes más abajo”.

 

Cocinarle a tu pareja es básico,  seas hombre o mujer.  Saber cocinar es una ventaja muy poderosa, es un valor curricular en el ámbito amoroso, es una razón más para tener y conservar a esa persona, quererla y no perderla.

 

¿Cómo hacer una cena romántica económica?

 

Si estás pensando en sorprender a tu pareja, estos son algunos consejos para que tengas una noche “tripe B” bonita, buena y barata.

 

Puedes hacer una botana de jamón, quesos y un buen vino, algo ligero para no tener la panza llena para el postre final.

 

Puedes vendarle los ojos y tener preparado el típico caminito de pétalos de rosas, las velitas y la música “horny” de fondo.

 

Para una cena romántica no necesitas hacer un pato a la orange, la onda es cocinar algo que sepas que se va a comer;  una pasta, pollo,  alguna receta sencilla que encuentres en alguna revista. Tampoco hagas tortas de huevo con chorizo y frijoles, ni mucho menos maruchan, piénsale o consulta con algún familiar la típica receta de la abuela.

 

Puedes comprar ingredientes y preparar algo juntos, hot cakes en forma de corazón con sus nombres, chantilly, fresas, o una ensaladita de verduras, que se yo.

 

Tiene que  haber mucha charla, muchas miradas y un  ambiente agradable.

 

Procura que haya poca luz, poca ropa (refiriéndome a ropa ligera).

 

Finalmente el resultado de la frase: “el amor entra por el estomago” no es un mito.  No necesariamente tienes que ser un experto chef para que te amen, existen muchas formas de conquistar, el cocinar para el ser amado puede que ayude a demostrar un poco más el amor a través del sabor.

 

Para que una relación funcione, es necesario darle y tiempo y cuidarla. Hablar claramente sin pudores ni tapujos, actuar de manera improvisada para que no aparezca el tedio y el asqueo. Siempre es bueno sembrar esa semillita del romanticismo, día con día tienes que poner de tu parte para no caer en la maldita monotonía.