Sigue chingando Gil Gamés en sus columnas de Milenio. Hoy me promete “100 ejemplos más” de su independencia periodística. Buen número con un significado esotérico sobresaliente. De un sitio de internet tomo los siguientes datos: 

El 100 como número de los castigos en la Biblia

Se usa el 100 para que se entienda el tamaño o la importancia de una sanción: “Cala más el regaño en un hombre prudente que cien latigazos en aquel que es obstinado”. Si don Gil Gamés fuera prudente y, ni hablar, si no estuviera especializado en joder a AMLO, no tendría necesidad de castigarse a sí mismo con explicaciones cuantitativas acerca de su independencia periodística, en la que nadie cree.

El 100 es abundancia

“El 100 es un número que siempre ha representado la abundancia a través de la expresión ‘cientos’…”. Es lo que quiso decir don Gil Gamés, que el tiene “100 ejemplos más” de que no vendía sus columnas —como sospecha tanta gente— a los gobiernos anteriores. Si él lo dice…

El 100 es la cifra del dinero

“Prácticamente todas las monedas y divisas que conozcas en el mundo se dividirán entre 100. El euro son 100 centimos, la libra son 100 peniques y el dólar son 100 centavos”. No se menciona en ese sitio al peso mexicano, que tiene 100 centavitos, que multiplicados por otras cantidades que también representan al dinero son los que don Gil recibía, a través de su promotor artístico Rafael Pérez Gay, solo para darle lata a López Obrador, algo que difunden como un hecho las malas lenguas, pero que yo no lo tengo confirmado. Ni ganas me dan de meterme a investigarlo.

El 100 es la cifra del tiempo

"Cuando alguien dice 'ha pasado un siglo desde que nos vimos la última vez', realmente vuelve a estar hablando del 100". Leí la nueva lección que Gil Gamés me dio y me pareció que había pasado un siglo desde la anterior, que en realidad fue ayer. Así de pasados de moda los diarios impresos, en los que don Gil es campeón de copa.

100 años

No es una referencia a la clásica de Pedro Infante, sino el tiempo que Gil Gamés vivirá. Y puede que tenga cuerda para muchos añitos más. Los huevones tan cultos como él son, a la Bruce Willis, duros de matar. Que los viva feliz.