México.- Por primera ocasión en su visita en México, el Papa Francisco se refirió al sector indígena en México.

En la Catedral Metropolitana, donde el pontífice se reunió con 160 obispos del país, pido una mirada de singular delicadeza a los pueblos indígenas.

Destacó que los indígenas esperan que se les reconozca la riqueza de su contribución a México.

El Papa Francisco hizo un llamado a los obispos a que "no se cansen de recordarle a su pueblo, cuánto son potentes las raíces antiguas".

Asimismo, pidió "no minusvalorar el desafío ético y anticívico que el narcotráfico representa para la sociedad mexicana".

Luego de un recorrido en el papamóvil desde Palacio Nacional, donde dio un mensaje con el presidente Enrique Peña Nieto, el pontífice recibió las Llaves de la Ciudad de manos del Jefe de Gobierno, Miguel Ángel Mancera.

Acompañado del cardenal Norberto Rivera, el pontífice pasó a la Puerta Santa, donde el rector de la Catedral, padre Francisco Espinosa, le mostró un Cristo. 

Frente al Altar del Perdón, el Papa rezó frente al Santísimo, y luego caminó por la Vía de la Misericordia.

Sean obispos transparentes

En su mensaje a los obispo, el Papa Francisco los exhortó a reclinarse con delicadeza y respeto sobre el alma profunda del pueblo mexicano y trabajar con transparencia.

"Desciendan con atención y descifren su rostro (...) Se necesita una mirada capaz de reflejar la ternura de Dios. Sean por lo tanto obispos de mirada limpia, de alma transparente, de rostro luminoso, no le tengan miedo a la transparencia, la Iglesia no necesita de la oscuridad para trabajar, vigilen para que sus miradas no se cubran de las penumbras de la niebla de la mundanidad", expresó.

No se dejen corromper por el materialismo trivial, ni por las ilusiones seductoras de los acuerdos debajo de la mesa, llamó Francisco a los obispos.

"No pierdan tiempo en las cosas secundarias, en las habladurías e intrigas, en los vanos proyectos de carrera, en los vacíos planos de hegemonía, no se dejen arrastrar por las murmuraciones y las maledicencias, introduzcan a sus sacerdotes en esa comprensión del sagrado misterio, dejemos al Padre asignarnos el puesto que nos tiene preparados".