México.- Los rezagos y desigualdad histórica de México podrían resumirse en una palabra: Ayotzinapa. Sí. El caso del ataque a normalistas en Iguala, Guerrero, que dejó 6 muertos, 17 heridos y 43 estudiantes desaparecidos. 

De acuerdo con Roberto Campa Cifrián, subsecretario de Derechos Humanos de la Secretaría de Gobernación (Segob), ese caso que dio inicio el 26 de septiembre de 2014 es una llamada de atención de modo que se atiendan los agravios, la violencia y la descomposición social

En entrevista con La Jornada, dijo que ?la instrucción que yo tengo del secretario de Gobernación (Miguel Ángel Osorio Chong) es dar la cara para hacer frente a los problemas (?) ser lo suficientemente sensible y ganar la confianza de la gente para ser interlocutores con las víctimas?. 

En este tema se mostró abierto al diálogo con los padres de los normalistas desaparecidos. 

?Estamos totalmente abiertos para atenderlos (?) para proceder con el apoyo necesario, (aunque) ellos han sido reticentes a aceptar esa posible ayuda?, dijo. 

Dijo que su propósito es aceitar el engranaje de políticas públicas para atender las violaciones a los derechos humanos y combatir la impunidad, porque delito sin sanción implica repetición del mismo. 

?Ayotzinapa es la consecuencia de una cadena de circunstancias extraordinarias: extrema marginación y pobreza, una policía municipal penetrada por el crimen organizado, así como una larga historia de enfrentamientos. ??Sin duda es necesario entender la descomposición social de esas comunidades. La llamada de atención es indispensable. Tuvieron que juntarse todos esos elementos para generar una tragedia tan brutal con enormes consecuencias para todos, para el gobierno?, indicó. 

Campa prometió una restructuración en la subsecretaría para que todo el aparato de gobierno pueda atender de manera más pronta y oportuna a las víctimas, lo mismo en torno a Ayotzinapa que en otros casos. 

Asimismo, dijo que ?en los próximos días anunciaremos lo que haremos para hacer frente al tema de los desaparecidos?.