Afganistán.- El ministro de defensa interino de Afganistán afirmó que el hospital de Médicos Sin Fronteras (MSF) que se ubica en el norte del país y que fue bombardeado por fuerzas estadounidenses era utilizado por insurgentes que luchaban contra las fuerzas del gobierno.
Masoom Stanekzai afirmó a The Associated Press que insurgentes talibanes y posiblemente agentes de inteligencia paquistaníes aprovechaban el establecimiento en la ciudad de Kunduz como un lugar seguro.
El incidente levantó controversia en la organización no gubernamental, que asegura que el ataque no fue un accidente sino dirigido de manera consciente en la madrugada del 3 de octubre, dejando un saldo de 22 personas e hieriendo a muchas más.
Además MSF había dementido en múltiples ocasiones las acusaciones sobre que el complejo albergara combatientes talibanes al momento del ataque, de hecho este lunes, Kate Stegeman, directora de comunicaciones de la organización en Afganistán afirmó que el personal que trabaja en Kunduz le había informado sobre la no presencia de gente armada en el hospital.
MSF admitió haber tratado a talibanes heridos en Kunduz, pero negó que se les hubiera permitido el ingreso con armas, además los trabajadores hospitalarios negaron que alguien estuviera disparando desde el interior.
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