Daniel Giménez Cacho no solo fue perfecto para Alejandro González Iñárritu en su película Bardo, sino que también fue el ideal para Guillermo del Toro y Alfonso Cuarón.

El actor de 61 años de edad, Daniel Giménez Cacho, resultó ser no solo el actor perfecto para Iñárritu, sino que grandes cineastas lo han halagado por su profesionalismo.

Antes que Iñárritu, Guillermo del Toro y Alfonso Cuarón ya se habían dado cuenta del nivel de actuación de Daniel Giménez Cacho, y hasta lo nombraron “el mejor actor de nuestra generación”.

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Daniel Giménez Cacho tiene enorme talento y lo reconocen los tres grandes del cine mexicano

Daniel Giménez Cacho lo demostró en Bardo, la película creada por Alejandro González Iñárritu de 59 años de edad, y ya había dado de qué hablar en el pasado.

El productor y Daniel Giménez Cacho coincidieron en 1998, en una fiesta por el estreno de Grandes Esperanzas de Alfonso Cuarón, pero no fue hasta hace poco tiempo que trabajaron juntos en Bardo.

Sin embargo, años antes, Daniel Giménez Cacho, ya había coincidido y trabajado con Guillermo del Toro y Alfonso Cuarón, de 58 y 61 años de edad, respectivamente.

Con Cuarón, el actor trabajó en Solo Con Tu Pareja, una ópera primera lanzada en 1991, quien según la descripción del productor, “fue la mejor opción”.

Luego, se convirtió en el narrador más que perfecto para Y Tú Mamá También en 2001, y aunque Cuarón asegura que el actor no ha sido su primera opción, al verlo en acción se arrepiente de buscar en otros lados.

Por su parte, del Toro trabajo con Daniel Giménez Cacho en su ópera prima de 1994, Cronos, donde un pequeño papel lo hizo brillar con su actuación.

Incluso, asegura que en plática con un grupo de cineastas como Cuarón, Estrada, Marcovich y otros, aseguraron:

“Era el mejor actor de nuestra generación. Y lo sigo pensando”.

Guillermo del Toro, productor.

Alejandro González Iñárritu sabía que Daniel Giménez Cacho era perfecto para Bardo

Aunque Bardo es la película basada en el alter ego de Alejandro González Iñárritu, el productor no quería a alguien que lo imitara, sino que moldeara al personaje.

Y es que fue Daniel Giménez Cacho, quien a la perspectiva de Iñárritu, “estaba a mi mismo nivel personal, filosófico, espiritual e intelectual”.

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Mientras que Daniel Giménez Cacho no hizo más que proyectarse en sus propias vivencias y reacciones para Bardo, pues no quería imitar a Iñárritu, un personaje sin definir.

Con información de ‘The New York Times’.