En 2021, la poeta Cristina Peri Rossi obtuvo el Premio Cervantes de Literatura. Su poema “Distancia justa” inicia con una sentencia estremecedora por certera: “En el amor y en el boxeo todo es cuestión de distancia”.

Leo el poema una y otra vez; pienso en cualquier combate. “Amar es combatir”, escribió un poeta-monstruo merecedor del Cervantes.

“Amar es combatir”: viene a mi memoria el inolvidable boxeador mexicano, el campeón Salvador Sánchez. Sal Sánchez pesaba 126 libras y tenía 22 años el 21 de agosto de 1981, día que derrotó desde el primer round, con furia y velocidad felina, a un hablantín boricua: Wilfredo Gómez.

Tanto la distancia como la pelea las dominó magistralmente el mexicano y noqueó a Wilfredo en el octavo.

A papá le hubiese gustado apostar esa noche, le hubiese apostado a Sal Sánchez un millón, dos millones, tres… y hubiésemos ganado, pero papá era campesino y pobre. Me contó de un tal Don King, que empezaba a brillar en el mundo del boxeo. Todo parecía indicar que era el gran padrino del bisne de las apuestas y que en Las Vegas rifaba la mafia italiana.

Esa noche, en la casa mientras transcurría la pelea, cenamos tortillas con asiento y queso (clayudas) y tomamos café Amilco. Tuve la opción de ver la pelea en el televisor Philips blanco y negro de mi vecino, pero preferí escucharlo en la radio con mi padre y cenar con la plebe (mis hermanos).

Renato Leduc escribió un bello poema, mismo que popularizaron en forma de canción Marco Antonio Muñiz y José José:

Sabia virtud de conocer el tiempo;

a tiempo amar y desatarse a tiempo;

como dice el refrán, dar tiempo al tiempo…

que de amor y dolor alivia el tiempo

He llegado a la conclusión de que, en el amor, el boxeo, y en el combate, todo es cuestión de distancia y tiempo. Recuerdo haber conocido a un gran combatiente, al principio pensé que era un boxeador. Hoy estoy convencido de que es un estratega.

“Raleigh es el cigarro”

El licenciado fumaba Raleigh cuando lo conocí durante el Éxodo por la Democracia. Después tuvimos la oportunidad de charlar detenidamente con él, seguramente a mediados de los noventas, el gobernador Salomón Jara y yo, en el Hotel Marbella, ubicado entre Frontera y Avenida Cuauhtémoc, en la Ciudad de México. Fue una charla larga y amena. Hablamos de Oaxaca, del futuro del PRD y de la importancia que tuviera de presidente a un líder social como él. De regreso a Oaxaca recuerdo que pensé: “el licenciado es un gran boxeador”, y recordé la noche que junto a mi padre y mis hermanos emocionados escuchamos que el mexicano dominó la pelea desde el primer round para derrotar a su oponente en el octavo, porque a Wilfredo se le había ocurrido decir que en ese round lo derrotaría.

Al licenciado lo habíamos visto marchando de Tabasco a la Ciudad de México, encabezando movilizaciones y acompañando a trabajadores despedidos en sus reivindicaciones; incluso, tomando pacíficamente pozos petroleros. Conquistó la presidencia del PRD y en el 2000 la jefatura de gobierno del DF. Ya se consumaba como estratega. Transcurre la actual campaña electoral, el licenciado desarticuló a los partidos opositores, los debilitó; les fue ganando el país con más de 20 gubernaturas; le construyó a sus opositores una candidata: mordieron el anzuelo y hoy está a punto de erguirse con la victoria del partido que fundara.

Durante seis años desarrolló y consolidó una estrategia comunicacional ensayada a su paso por la Jefatura de Gobierno. El fenómeno informativo conocido como la mañanera es motivo de sesudos análisis y tesis académicas y políticas. Ha colocado en el banquillo a los grandes consorcios comunicacionales, ha confrontando a los opinólogos más connotados y se ha enfrentado al New York Times, a The Guardian e incluso al Financial Times. Su más reciente victoria estratégica fue la derrota del PRI en el Estado de México; después de esa victoria, todo parece indicar que está listo para entregarle la banda presidencial a una mujer de izquierda.

En el amor, el boxeo, y en el combate todo es cuestión de distancia y tiempo. A menos de 50 días para la elección, el licenciado está listo para entrar por la puerta grande a la historia.

Andrés Manuel López Obrador sentó las bases de un desarrollo incluyente para México, hizo realidad su frase: por el bien de todos, primero los pobres. En este momento, Salomón Jara encabeza un movimiento transformador: La Primavera Oaxaqueña.

Amar es combatir, sabia virtud de aprovechar el tiempo…