Durante el segundo debate presidencial, la candidata de la oposición se apresuró en afirmar que ella había propuesto un sistema de cuidados. Sin embargo, ya había sido presentada por Claudia frente a miles de personas en el Zócalo, una idea que a Xóchitl aparentemente no se le había ocurrido mencionar antes.

Claudia está rodeada de mujeres que durante años han pensado desde una perspectiva de género, incluyendo el país y la política. Me refiero a Jesusa Rodríguez, Marta Lamas, Malú Mitcher, Liliana Felipe, entre otras, quienes han hablado desde hace tiempo sobre la importancia de reconocer el trabajo doméstico realizado por mujeres como una labor que debe ser remunerada y con acceso a la seguridad social. Eso, en resumen, es un sistema de cuidados.

Durante la Cuarta Transformación, si algo ha mejorado son los derechos laborales, el aumento al salario mínimo y la reforma laboral. La democratización de los sindicatos ejemplifica cómo el Estado debe salvaguardar los derechos de las personas frente a las entidades corporativas, algo que a la oposición no le agrada y califica de comunismo.

Xóchitl Gálvez, representante de la oposición en la elección, lo mencionó durante el debate. En dicho evento, realizado en los Estudios Churubusco, Álvarez Máynez, candidato del Movimiento Ciudadano, preguntó a Gálvez su posición respecto a la iniciativa que busca reducir las horas de trabajo. Ella respondió que estaría a favor siempre y cuando se libere a los empresarios de ciertas cargas fiscales y problemas de inseguridad.

“Estoy a favor siempre y cuando demos a los empresarios la posibilidad de aliviar tanta carga fiscal”, afirmó.

También aseguró que, bajo condiciones favorables, serían los empresarios quienes apoyarían la propuesta. Pero esto no es así,  pues  son los empresarios quienes se oponen a pagar mejores salarios por jornadas más dignas.

Con esta postura parcial a favor del empleador, surgen dudas: ¿Cómo puede Xóchitl Gálvez estar a favor de un sistema de cuidados si se opone a reducir la jornada laboral? Si cree que los triunfos de los trabajadores resultan en pérdidas para los empleadores, ¿por qué abogaría por derechos para las mujeres que realizan trabajo de cuidados?

Tomando en cuenta que esto implicaría mayor gasto público e incremento en la contribución fiscal, a la que el sector financiero se niega, este enfoque contradictorio plantea incoherencia y cuestiona el compromiso real de Xóchitl con los avances sociales y laborales.

Puede imitar a la 4T en las pensiones y los cuidados, pero en sus declaraciones deja ver que su corazón está con lo privado y no con lo público.