Un Gran danés se vio forzado a comer una de sus patas luego de que sus dueños lo dejaran encadenado y sin comida en la azotea de una casa en Estados Unidos. 

La policía lo rescató cuando ya se encontraba en los huesos y tenía una de sus patas infectada por las mordidas. La mitad de ella había desaparecido, señala The Sun.

Según un diagnóstico de los veterinarios, Lucas prácticamente se devoró debido a la intensa hambre que sentía, por lo que sus amos quedaron detenidos por maltrato animal. Al perrito se le amputó la pata pero sus problemas intestinales podrían poner en peligro su vida. 

Fotos: Tomadas de Noah's Arks Rescue / Facebook