Una madre de seis hijos, con historial de adicción a la cocaína y embarazada de su séptimo hijo, murió tras sufrir una afección cardíaca en la cocina de su casa.

Murió, ¿por causas naturales?

Lindsey Ann Hughes, originaria del norte de Gales, en Reino Unido, tenía 15 semanas de embarazo y padecía neumonía, sin embargo, los servicios forenses determinaron que su fallecimiento ocurrió por causas naturales.

Dewi Pritchard Jones, forense del noroeste de Gales, consideró que la mujer de 34 años podría haber superado sus padecimientos si en su pasado no hubiera un historial de adicciones

"Si no hubiera tomado cocaína en el pasado, lo más probable es que hubiera sobrevivido a la bronconeumonía, pero no podemos estar seguros".

Dewi Pritchard Jones, médico forense.

Al respecto, el médico explicó que la mujer falleció como resultado de insuficiencia respiratoria debido a la bronconeumonía, pero la toxicidad de la cocaína fue un factor contribuyente, sostuvo.

"Debido a la bronconeumonía murió por causas naturales, esta no es una muerte por drogas, la cocaína contribuyó pero finalmente no causó su muerte".<br>

También se observó que el sistema inmunitario de la señorita Hughes habría sido suprimido por su condición de embarazada.

Ya no consumía cocaína, pero había mucha en su organismo

El especialista destacó que Hughes superaba hasta ocho veces los niveles de cocaína en su sistema, pero insistió en que "no era una muerte por drogas".

Un examen post mortem reveló que la mujer presentaba fibrosis cardíaca, que probablemente se origino por su consumo crónico de cocaína.

Alerta por popularización del consumo de cocaína

Ante la muerte de la mujer y su bebé, Pritchard reflexionó sobre el incremento de muertes por cocaína en ese país debido a la popularización de la droga. Con base en ello, alertó:

"La cocaína daña el corazón al eliminar parches de tejido cardíaco y provoca un endurecimiento de los vasos. Incluso niveles bajos de cocaína pueden causar resultados catastróficos y el uso repetido causa más y más daños".

Subrayó que contrario a la creencia de que la cocaína no hace daño a largo plazo, el caso de Hughes demuestra que a pesar de llevar tiempo sin consumirla, sus efectos pueden determinar si alguien salva su vida o muere.

A Hughes le sobreviven seis hijos: Carly, 16, Lennox, 15, Holly, 11, Poppy, seis, Jaxton, dos y Xavi de un año. Recientemente, los madres de la occisa se mudaron a su casa para ayudarle a cuidarlos.