En 2016, Ekaterina Papina, una joven originaria de Rusia, tuvo la suerte de conocer durante un viaje en Vietnam a Yelena Yerjova, una compatriota suya que en ese entonces tenía 89 años, y dedicaba su vida a viajar tanto como le fuera posible. Juntas compartieron la historia en Facebook y a partir de entonces, la veterana se convirtió en una celebridad del Internet. 

Babushka (abuela en español) fue el cariñoso nombre con el que Ekaterina presentó a Yelena en redes sociales y así fue como el mundo la llamó a partir de entonces, mientras su fama crecía en Instagram en donde comenzó a compartir sus viajes que habían comenzado 6 años atrás. 

Puedes leer: Ella es Yelena, la abuela que recorrió el mundo con sus ahorros

Desde principios de la década, Babushka comenzó a destinar todos sus ahorros para viajar y luego, hacía todo lo posible por guardar buena parte de su pensión y así poder volver a empacar para emprender una nueva aventura. Ese entusiasmo la llevó a conocer países como Alemania, Turquía, Polonia y República Checa, entre otros. 

Yelena viajó hasta el último momento

Desafortunadamente, los viajes terminaron para Yelena a principios de este año, luego de que estuvo hospitalizada durante casi un mes con el diagnóstico de cáncer de pulmón etapa cuatro que acabó con su vida el 17 de enero, según informó Andrei Modestov, médico en jefe del Dispensario Clínico Oncológico Regional de Krasnoyarsk.

Según lo que se ve en su cuenta de Instagram, el último viaje de Yelena fue a  Belokurikha en Altái, Rusia, pero le quedó pendiente una visita a Brasil desde donde “cientos de personas” le escribían para invitarla. 

Recomendamos: A sus 104 años, el único sueño de esta abuelita es ser arrestada

Amigos, experiencias y sonrisas

Gracias a que Babuskha se decidió a incursionar en la web, sus mejores experiencias no quedaron sólo en su mente sino que pueden se inmortalizaron con fotografías que aún están presentes en Instagram. 

En las tiernas y emotivas postales de Lena, como le decían sus seres queridos, pueden verse retratos con nuevos amigos, paseos en distintos vehículos y hasta en un caballo, baños en el mar, momentos de café y cocina… pero sobre todo, las fotos de una mujer que vivió sus últimos años feliz y cumpliendo sus sueños.