Una familia consiguió el sueño que todos hemos tenido alguna vez: irse a vivir a una isla desierta con una enorme casa autosustentable en donde ningún ruido perturbe tu tranquilidad y que además ofrezca estupendos paisajes en los que la naturaleza sea la protagonista… Pero no todo salió como se esperaba y menos de un día después de llegar ahí, tuvieron que abandonar el lugar. 

Resulta que Ned Schanrer, un granjero de 44 años, su esposa Sophie de 45 y sus dos hijos, compitieron contra 50 familias que buscaban tener el privilegio de vivir en isla Bardsey (ubicada en el mar de Irlanda en la Bahía de Cardigan) y hacerse cargo de su cuidado y administración durante tres años a cambio de un sueldo y vivienda, además de contar con una granja para obtener algunos productos de origen animal como huevos y leche. 

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Desafortunadamente, los Schanrer habían pasado apenas unas horas en la isla cuando el hijo menor que tiene apenas 10 años sufrió una aparatosa caída sobre un grupo de rocas y debido a una lesión en la pierna, tuvo que ser trasladado por vía aérea a un hospital. 

Según relató The Sun, luego de que el susto del accidente pasó, Ned decidió retomar la aventura y volvió al lugar, pero lo hizo sin su familia y a pesar de los esfuerzos, sólo pudo permanecer así por un mes así que abandonó la misión. 

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Tras lo acontecido, la isla busca nuevos guardianes y lo único que pide es que sea una familia dispuesta a alejarse de la señal de teléfonos móviles por tres años, que le guste vivir en el campo y los animales y que sepan cuidar del lugar.