Cada quien tiene su propio héroe y muchas veces elegimos a esos que no tienen capa. Los reales, aquellas personas que están presentes en nuestra vida y nos ayudan a ser mejores. 

Como ejemplo, un niño brasileño que no paró hasta que sus padres aceptaron vestirlo como recolector de basura y esperó a que los empleados pasaran por su calle para saludarnos y mostrarles su admiración.

La emoción del menor de edad quedó registrada en un video difundido ahora en redes sociales y donde es posible apreciar como los abraza, platica con ellos, se toma selfies e incluso imita su labor con respeto.