Una familia viajó de Menorca, España, a Birmingham, en el Reino Unido, en el suelo de un avión de la agencia alemana TUI, porque sus asientos no existían.

Paula Taylor, su esposo y su hija de 10 años, permanecieron en el piso durante más de dos horas luego de ingresar a la nave y encontrar tres espacios vacíos con los números de sus asientos.  

Según informa News Break World, la niña fue acomodada en el último sitio desocupado del avión, pero la mujer y su cónyuge sólo lograron ser ubicados en los asientos de los auxiliares de vuelo.  

Pero tras el despegue, se pidió a la pareja desalojar sus sitios para facilitar el servicio de la tripulación a los pasajeros, por lo que debieron acomodarse en el suelo de la cabina, donde posteriormente los acompañó la menor de edad. 

Taylor y su familia recibieron únicamente 40 dólares como compensación tras la queja correspondiente, informa BBC. Por su parte, la Autoridad de Aviación Civil británica abrió una investigación para determinar qué fue lo que ocurrió y exigió a la aerolínea el reembolso de los boletos.