Los perros necesitan oler a su amo para darse cuenta de que han muerto. Si no lo hacen, pensarán que en algún momento volverán, por ello es que los esperan en el último sitio donde los vieron. 

Así es la historia de este perrito, que paseaba con su dueña cuando fue atropellada en una carretera de Hohhot, China. La ambulancia la recogió en el sitio pero él se quedó allí porque le impidieron subir al vehículo. 

El accidente ocurrió hace tres meses y el can aún la espera en el mismo lugar. "Siempre está allí, llueve o truene. Es muy conmovedor", cuenta el taxista Guo Xinhua.

Aunque los residentes intentan darle de comer, él tiene miedo de desconocidos y siempre se aleja, así que se ha alimentado por sus propios medios, causando tristeza y admiración por parte de conductores que lo observan en el mismo punto todos los días.