Ahmet Hergune fue asesinado en 1974 y 44 años después sus restos hallados en una cueva dinamitada.

Los hombres que condujeron su cadáver hasta allí perdieron la vida, pero la explosión abrió un agujero que permitió la entrada de suficiente luz del sol como para hacer crecer un inusual árbol de higo en la zona.

En 2011, un investigador excavó un pozo alrededor del arbusto y descubrió restos humanos. Posteriormente, la policía encontró otros dos cuerpos.

Según Daily Mirror, a Ahmet lo mataron durante el conflicto entre grecochipriotas y turcochipriotas y el hallazgo se produjo gracias a que poco antes del suceso comió un higo. 

Su familia pasó décadas buscándolo pero ahora las pruebas de ADN hicieron posible su sepultura.