Un video de tres minutos y una serie de historias en Instagram revelan el peligro de vivir bajo las emociones. Francesco Pellegrini, ex analista de la firma Sidoti & Company, en Wall Street, destruyó la oficina de su antiguo jefe en un dramático arrebato tras descubrir que no le habían aprobado un anhelado aumento.

El hombre compartió a través de Instagram los diversos momentos en que el hombre vació varias botellas de champagne en la alfombra, pateó muebles, tiró documentos y dejó una carta de renuncia con el mensaje: "Jódete, renuncio".

Pero como si todo eso no fuera suficiente, lanzó una botella de refresco a la pecera de su jefe, quien sólo pudo declarar que no tenía idea de cómo responder al comportamiento de su empleado. Tras la viralización de las imágenes, la cuenta personal del protagonista fue desactivada.