"Dejando de lado los motivos, atengámonos a la manera correcta de"... robar. Sí las instrucciones para llorar de Julio Cortázar bien podrían aplicarse a este caso.

Porque a este ladrón le pareció necesario culminar su delito con un baile de robot para festejar que, aparentemente, nada le había salido mal. Entonces, al ingresar a un negocio para llevarte todo el dinero, no olvides ponerte una sudadera con capucha, las llaves falsificadas y romper el internet bailando. 

Pero tranquilo, amigo, pues el sujeto fue detenido cerca del mismo edificio con una de las computadores que había robado previamente. Desafortunadamente para él, es difícil que en esta ocasión realice el mismo acto.