Están los amigos faltosos, y ellos. 

Verán, una chica festejaba su cumpleaños con la tradicional mordida de pastel cuando sus compañeros la arrojaron, sumergieron y embarraron hasta el último pedazo. No conformes, recogieron los trozos del piso y se los lanzaron a la cara. Entre risas e intentos por defenderse, la joven luchó por su respiración y arrojó el pan que aún le quedaba en la boca.