La diferencia considerable de precios entre  la zona económica especial de Hong Kong y el resto de territorio de China da lugar a casos de contrabando como este.

Una mujer fue detenida por oficiales de aduanas de la ciudad de Shenzhen, cuando portaba 102 iPhones, con un costo de aproximadamente 14 mil pesos cada uno, adheridos al cuerpo con cinta adhesiva.

El costo total de los teléfonos sería de cerca de un millón y medio de pesos.

Además de este considerable botín, la detenida también intentó contrabandear 15 relojes de lujo, con un peso total de los productos de 20 kilogramos.

Lo más sorprendente es que este no se trata del mayor caso de contrabando de estos equipos en China. En 2015, un hombre intentó contrabandear 146 equipos y al igual que la detenida, fue detectado por contar con “bultos sospechosos” en el cuerpo.