La imagen del cirujano Travis Groth "interviniendo" a un peluche en el hospital pediátrico de Wisconsin, Estados Unidos, ha dado la vuelta al mundo debido a la forma tan cariñosa con que intentó tranquilizar a un niño.

De este modo, cuando el pequeño Tony Jansen despertó de su cirugía, notó a su muñeco lleno de puntos de sutura y vendajes, comprendiendo que atravesaban la misma situación.

En realidad, las costuras que el doctor le realizó al peluche sirvieron para que dejara de lucir desgastado, con lo que consiguió que el menor reaccionara de forma positiva a los cuidados posteriores de la operación.