IRREVERENTE

1ª Parte sobre el desmadre que causó el corrido Pulido en Agua y Drenaje de Monterrey

Les platico una historia documentada: Praxedis Fraustro fue un líder ferrocarrilero que se oponía desde su feudo en Nuevo León, a la privatización de esa industria.

Tuvo los baidots de oponerse a Salinas de Gortari y luego a Ernesto Zedillo, porque sabía que entre el gobierno con su venta y los empresarios con su compra de Ferrocarriles Nacionales de México, le darían en la madre a miles de trabajadores y a sus familias.

El gremio de los ‘rieleros’ tenía tres bandos, el de la CDMX, el de Veracruz y el de NL, que lideraba Praxedis, quien era secretario General nacional y a la vez, diputado en el Congreso local.

Solo el regio se oponía, porque sus “compañeros de lucha” estaban a favor de la privatización.

El viernes 16 de julio de 1993, Praxedis fue asesinado en el Hotel Pontevedra de la Capital

Así, el gobierno vio ruta libre para la privatización y el sindicato fue entregado al truhan Víctor Flores Morales, quien era líder del grupo de Veracruz.

Uno de los principales colaboradores de Praxedis era Juan José Pulido, quien después de los hechos narrados cobró especial relevancia en el ámbito político local, pues era su compadre y su second.

Que conste, hasta donde se sabe, Juan José no tuvo nada qué ver con el asesinato de Praxedis, ese fue un homicidio de Estado que fue fraguado en Los Pinos.

A él le tocó realizar ciertos trabajos “especiales” en la campaña de Natividad González Parás, que ganó las elecciones para el periodo 2003-2009.

Uno de esos jales fue la grabación que se hizo viral -entonces no se les llamaba así, sino públicas- en las que aparecía Mauricio Fernández -contendiente panista de Nati- entrándole al consumo de ciertas sustancias prohibidas.

La Vox Populi siempre consideró que Mauricio perdió ante Nati debido a esa grabación.

Para pagarle el favor, siendo ya gobernador, González Parás colocó en su equipo a los dos hijos gemelos de Juan José.

Mandó a Juan Carlos con Lombardo Guajardo, que fue el primer director de Agua y Drenaje, y a Eduardo se lo encomendó a Abel Guerra, su secretario de Obras Públicas.

Funcionarios de aquella época con quienes platiqué para este artículo, siguen creyendo que Nati se quedó bien corto al pagarle el favor a Juan José, porque los puestos eran muy muy chiquitos.

Juan Carlos “el Terco” AyD

Nomás que Juan Carlos resultó una chucha cuerera para eso de hacer negocios, porque de estar perdido en un puestecillo en Agua y Drenaje, comenzó a grillar y a espiar incluso a los mismos directores generales de la dependencia.

Llegó a tenerlos en sus manos debido a lo delicado de sus grabaciones, hasta que se le hizo ocupar la estratégica dirección de operaciones.

Hasta la llegada de Samuel García, este cuate -literalmente sea el apelativo- llevaba 18 años ordeñando las ubres presupuestales, pidiendo a todo contratista que pasaba por sus garras, el 30 por ciento para darles obras y servicios.

Cobraba esa comisión por adelantado y si el proveedor no tenía lana, aceptaba propiedades y facturas de vehículos.

Así se hizo de una fortuna estimada en 250 millones de pesos, alardeada por él mismo en sus pláticas con amigos del Autódromo, a donde le gusta ir, llevado por su afición hacia los autos, uno de los cuales, Corvette rojo de colección, usó para llegar a uno de los aquelarres cumpleañeros que organiza Enrique Torres, de los secuaces del Bronco Rodríguez.

Pudiendo hacerlo, Juan Carlos nunca le tiró a la dirección de AyD. Encontró su feudo en el área de operaciones, donde la ley permite los llamados “aditivos” hasta del 20 por ciento de los montos contratados.

Su amigo “el rielero”

Uno de los amigos más indiscretos del Autódromo me confió que Juan Carlos presume por todos lados el apoyo que siempre ha tenido de Víctor Flores Morales, el sempiterno líder ferrocarrilero.

Y ahora sí como dice el refrán que patentó mi abuelita cuando fue alcaldesa de Perros Bravos, NL: “entre pares se dan los biene$tare$”.

O este otro que no es de su autoría pero sí del dominio público: “el que entre lobos anda a aullar se enseña (y se ensaña)”. O: “el que mama, no te extrañe que de pronto también quiera dar topes”.

Ese barbaján de Víctor Flores Morales, cada vez que va a la plaza de toros se lleva miles de pesos envueltos en servilletas, porque le gusta que le brinden la muerte de los astados y en premio, les avienta carretadas de dinero a los mamones farsantes vestidos como bailarinas de ballet en sus tutús, mal llamados “trajes de luces”. Vean nomás esta foto.

Eduardo

Su hermano gemelo salió un poquito más mesurado... en tierra, porque lo suyo suyo es la “aviación”: Todo el sexenio del Bronco Rodríguez se la pasó de “aviador”.

Fue uno de los principales operadores de su hermano para los negocios en AyD.

Era el enlace de los moches acordados entre su hermano gemelo y las empresas constructoras que el corruptazo Humberto Torres metía a AyD, de acuerdo siempre con Gerardo Garza, quien metió a su esposa María Eugenia Ruiz Monreal como directora de de concertación de obras, dependiendo de Humberto.

Ella fue la que operó todas las compras e indemnizaciones a los campesinos propietarios de los predios de la Presa Libertad.

Humberto Torres y Gerardo Garza compraron mucha tierra en los alrededores de la Presa Libertad a través de prestanombres que María Eugenia consiguió.

Y lo mismo hacían en las carreteras y otras obras donde el valor de los terrenos subían.

Los compradores eran prestanombres de ellos, lo tres Torres, Manuel Vital y por supuesto Juan Carlos Pulido y Gerardo Garza González.

Por supuesto que en toda esta voraz corrupción participó también Manuel Florentino González, ex secretario de gobierno del Bronco y candidato fallido del PAN a una diputación federal.

Su operador visible en este desmadre fue su compadre y socio, el Dr. nicolaíta Cesáreo Campos, que estaba arropado en la secretaría de salud de otro igual que ellos, Manuel de la O.

Durante el sexenio de Rodrigo Medina, en un solo día ésta mafia se embolsó 45 millones de pesos producto de mantenimientos fantasmas que se inventaron a bombas de la planta San Roque.

El gerente era Oscar Rangel, quien falleció hace tres meses y que como no quiso prestarse a ese robo, lo corrieron de AyD.

Eduardo aún permanece agazapado en un puesto menor de Obras Públicas-NL.

Ha resistido hasta ahora la guadaña de Samuel.

No así, su hermano Juan Carlos, que fue removido de su cargo al lunes siguiente de que el gobernador emecista rindiera protesta en el Teatro de la Ciudad.

Pero ya lleva ahí los mismos 18 años que duró su carnal en AyD.

¿Qué va a hacer Samuel ante esto?

Si mi BigData tuvo acceso a lo aquí consignado, ¿a poco las áreas de fiscalización, auditoría e investigación de Samuel y de la UIF no pueden?

La riqueza de Juan Carlos Pulido Quintanilla fue amasada durante los últimos 18 años, inflando los contratos de los proveedores de AyD y eso implicó que la empresa pagara de más. Antes tenía a lo sumo un par de zapatos y andaba en camión urbano.

Por ende, el erario ha sido saqueado y una de las obligaciones de quienes nos gobiernan es evitarlo y cuando se da, ir tras los ladrones. ¿O no fue eso lo que prometió e incumplió El Bronco Rodríguez?

Correr a Juan Carlos de AyD no remedia el problema, porque está dejando a algunos de sus incondicionales a que naden de muertito y apenas se apacigüen las aguas, cual piratas se irán sobre el nuevo director Barragán.

Si lo hicieron con Lombardo, con Gerardo Garza González, Rangel Woodyard y demás, ¿cómo no lo van a intentar con Juan Ignacio?

Juan Carlos Pulido/Detona

CAJÓN DE SASTRE

“Querido gobernador Samuel García, aquí esperamos respetuosa y ansiosamente tu respuesta”, dice la irreverente de mi Gaby

Plácido Garza en Twitter: @PlacidoGarza