¡Vaya tema!, así que empecemos por el principio y desde arriba. La Asociación Sindical de Sobrecargos de Aviación de México (ASSA) está en pleno proceso para elegir a un tercio de su representación sindical. Así lo mandatan sus estatutos. Cada año se elige a uno de los tres grupos en que están divididas sus carteras para que se vayan renovando de manera escalonada, y no todas en una sola elección.

No podemos dejar a un lado el entuerto que ASSA viene arrastrando desde su proceso electoral anterior (del Grupo III), que derivó en una negativa de toma de nota; y a pesar de que el Centro Federal de Conciliación y Registro Laboral (CFCRL) le solicitó al sindicato “reponer el proceso electoral”, la secretaria general optó por demandar a las autoridades laborales mediante un juicio de amparo, y es fecha que ese litigio sigue “sub júdice” (pendiente de resolución, pues).

Es decir, un tercio de la representación sindical de ASSA lleva nueve meses sin toma de nota. Para subsanar esa “falta”, la secretaria general, Ada Hermelinda Salazar Loza, de manera unilateral y sin sustento estatutario, decidió que lo mejor era nombrar como “auxiliares” a los candidatos que resultaron ganadores en cada cartera, evitando de esa manera reponer el proceso, como sugirió la autoridad laboral.

Por supuesto que la decisión de la lideresa sindical violenta la ley interna, pues quienes pueden nombrar auxiliares dentro de sus carteras son los respectivos representantes; para más claridad pongo este ejemplo: el secretario de prensa está facultado por el estatuto en vigor para nombrar a los auxiliares que considere necesarios; pero en este caso, ¡no hay titulares!, porque les negaron la toma de nota.

¿Qué es la toma de nota? La página oficial de la Secretaría del Trabajo y Previsión Social es muy puntual: es el documento que expide una autoridad laboral, por el que da fe de la elección de los directivos de una organización sindical (sindicato, federación o confederación). En ella se indica que derivado del cumplimiento del proceso de elección establecido en sus estatutos, diversos miembros fueron elegidos para integrar al comité directivo de dichas organizaciones, los cuales van a representarlos ante autoridades y empresas, entre otros.

Para un representante sindical es un documento de suma importancia, pues con él no queda lugar a dudas de que eres un interlocutor válido. Y en la práctica es así, utilizas tu toma de nota para presentarte en todos lados, es tan importante como una identificación oficial y al mismo tiempo tu carta de presentación.

En febrero de este año, ASSA aseveró que la autoridad laboral había negado la toma de nota del Grupo III por la falta de participación de los agremiados, sobre todo de los que pertenecimos a la antigua Mexicana de Aviación, pero eso nunca fue cierto.

Afortunadamente el Centro Federal de Conciliación y Registro Laboral es una autoridad, y como tal, todos sus actos y resoluciones deben estar fundadas, y motivadas, son públicas y constan por escrito.

Gracias a ello es factible comprobar que la negativa de toma de nota se debió a motivos diferentes. De entrada, el CFCRL desconoció al abogado de la señora Salazar, porque si uno lee los estatutos, sabrá que el ingreso de toda la documentación del proceso de elecciones se hace a través de dos secretarios sindicales: el de interior y el de actas, y no por el asesor legal, que ni siquiera forma parte del sindicato. Por eso no me extraña que esa haya sido una de las razones por las que les negaron la toma de nota:

“Del análisis y revisión de la documentación en formato digital exhibida es de advertirse que la solicitud de ingreso a través de la plataforma de registro laboral se encuentra firmada de manera electrónica por el C. Carlos Octavio Carral Hernández, quien se ostenta como representante legal de la organización sindical en estudio, sin que exhiba en la documental idónea que lo acredite como tal, por lo que carece de personalidad para representar a la organización sindical en estudio al incumplir con los requisitos de procedencia, identidad y personalidad…”

Centro Federal de Conciliación y Registro Laboral

Esto no es lo más preocupante, sino que incluso antes de iniciar el proceso electoral del año pasado, correspondiente al Grupo III, el CFCRL les denegó un paso previo, denominado “Modificación de Padrón de Miembros”. Y es que para llevar a cabo las elecciones en ASSA, antes hay que tener actualizados los padrones de agremiados, y esta actualización no procedió, y fue negada por el centro federal. Cito textualmente:

“En consecuencia esta Coordinación General de Registro de Asociaciones del Centro Federal de Conciliación y Registro Laboral:

RESUELVE:

Único.- Se declara improcedente la solicitud de registro de modificación de padrón de miembros, en términos de los considerandos precedentes.- NOTIFÍQUESE.”

Centro Federal de Conciliación y Registro Laboral

Esta resolución fechada el 22 de agosto de 2023, deja en claro que los padrones que serían usados para el proceso electoral no habían podido ser modificados y se preguntarán ¿qué importancia tiene? Pues en realidad mucha, y me explico: ASSA tiene -o se supone tenía en 2023- tan solo cuatro empresas en sus filas, Aeroméxico, Click (Aerovías Caribe), Mexicana de Aviación y Transportes Aeromar.

Sin embargo, un dato “curioso” que se presentó con esa modificación de padrones fue que ASSA incluyó en el padrón a la empresa Aeroméxico Connect (Aerolitoral), con 322 “agremiados”. Pero en ese 2023 el sindicato no tenía agremiados a los sobrecargos de Connect, ya que fue hasta la asamblea ordinaria de este año (2024), celebrada en el mes de julio, que se solicitó la afiliación de 248 compañeros de dicha empresa, “con todos sus derechos sindicales”.

¿Error o plan con maña? ¡No importa!, estuvo mal; así que no debe sorprendernos que el año pasado les negaran la toma de nota al Grupo III, y ese es un tema pendiente de resolverse. Hoy ASSA está ante un nuevo proceso electoral, y sus agremiados votarán a otro tercio de la representación sindical, ahora al Grupo I.

Sin embargo, los errores que vienen arrastrando hacen evidente que van por una nueva negativa de toma de nota. Resulta que hace unos días, el 28 de octubre, ASSA publicó los “padrones” de agremiados en su página oficial, y con ello cumplir con los requerimientos de ley para enfrentar el nuevo proceso electoral.

Sin embargo hay una inconsistencia grave: no son 248 sobrecargos los que se “afiliaron” en una asamblea del sindicato, sino que ahora -checando los padrones- resultan ser 278 sobrecargos. Así que contamos con cifras distintas, porque el padrón de Aerolitoral en la negativa de modificación de padrones, en agosto del 2023, tenía 322 sobrecargos; para el 10 de julio de este año, eran 248, pero en los padrones publicados el 28 de octubre de este año ya son 278, ¿alguien me explica?

Además, debemos tomar en cuenta que ASSA no ganó la titularidad del contrato de los sobrecargos de Aerolitoral, que le disputó al Sindicato de Trabajadores de la Industria Aeronáutica (STIA), quienes por cierto acaban de anunciar que tuvieron una exitosa revisión con los sobrecargos de Aerolitoral.

Si mi memoria no me falla, el año pasado eran más de 500 sobrecargos prestando sus servicios en Aerolitoral, y fue en el mes de abril de este año que le dieron revés a ASSA, y les dijeron que “muchas gracias por participar”, pero que el contrato de los sobrecargos de Connect le pertenece al STIA.

Por supuesto la secretaria general de ASSA no lo va a reconocer tan fácil; ella dice que lo “sigue peleando”, pero si un tribunal ya le dio palo ¿va a litigar también esa negativa? Mientras el sindicato se entrampa más, pues se pretende que en estas votaciones -que comenzarán el 1° de noviembre- voten los sobrecargos de Aeroméxico Connect.

La inconsistencia es inexplicable. En ese padrón no podemos ver los números de empleado, ni sus nombres, solamente sus iniciales supuestamente para garantizar su derecho a la libre sindicación. Pero de ser así ¿no deberían estar en el padrón todos los sobrecargos de Aeroméxico Connect? No se entiende por qué son 278, si inicialmente habían pedido permiso para agremiar a 248.

Para mí es clara la estrategia. Lo que busca la actual secretaria general es acabar con mi sindicato, ASSA de México. Pretende iniciar un nuevo proceso electoral, sin que el anterior esté resuelto. Desconozco si ya subsanó el tema de los padrones, pero he revisado el de los activos de Mexicana, y ese padrón no está actualizado; hay varios nombres de compañeros que aparecen ahí, a pesar haber fallecido hace varios años.

Digámoslo de la siguiente manera, para no usar palabras altisonantes: su proceso electoral es un completo, perfecto y suficiente batiburrillo de dimensiones apoteósicas. Desconocemos el nivel de las consecuencias que generará, pero sin duda serán en perjuicio nuestro. Mientras, los candidatos que se registraron con la venia de la secretaria general, siguen llevando a cabo “reuniones virtuales” con los sobrecargos de Connect, sin que el resto de los agremiados se entere.

Y esto es una raya más al tigre, pues queda más que demostrado que el piso de la contienda no está parejo; los compañeros que en estos días están haciendo proselitismo, para nada incluyeron en sus propuestas a los sobrecargos de Aerolitoral, porque no se detenta su contrato.

¡Bonito caldo de cultivo!, tenemos en la misma olla procesos negados, piso de la contienda no parejo y una necesidad imperiosa por atorar todo en litigios; no dudo que con todo esto les vuelvan a negar la toma de nota, y ahora sí que nos agarren confesados, porque solo quedará un tercio de la representación con representatividad legal, y según nuestro estatuto en vigor, para que el sindicato funcione se requiere -mínimo- de las dos terceras partes del Comité Ejecutivo.

Un futuro oscuro le depara a ASSA y a los sobrecargos agremiados a ella. Guarden este texto.