Un conocido académico que fungió como presidente de un partido político (hoy en vías de extinción, por cierto) sentenció que en México la incipiente democracia había sufrido un duro revés al descubrir algunos los incentivos perversos que hacen que en la política mexicana se pueda GANAR PERDIENDO. Y es justo algo que conoce cómo pocos el hoy exsubsecretario de seguridad pública Ricardo Mejía Berdeja, quien ha renunciado a su delicada tarea en el gabinete y de paso ha exhibido al Presidente López Obrador, quien en una de sus “mañaneras” le solicitó unidad en torno a la candidatura de Morena en Coahuila, la cual no fue favorable a Mejía y si al Senador Armando Guadiana; una hipócrita, cínica y seca afirmación siguió a la petición del Presidente acerca de que lo ayudara en Coahuila, con dos problemáticas bien concretas. De poco sirvieron esos exhortos públicos, hoy la traición ladina se ha consumado.

Pero es claro que el que avisa no traiciona, Mejía Berdeja fue, en Guerrero, peón de Luis Walton, sobre todo coautor intelectual de sus jugarretas políticas, con obvios y más que claros fines de visión puramente patrimonialista: en el 2015 operó para que el PRI ganara la gubernatura, rompiendo la alianza en ese estado con el PRD, dividiendo así a la izquierda y de común acuerdo con el candidato tricolor, Héctor Astudillo, dejarle el camino despejado para así, ganar cómo lo hizo en dicha elección; Walton obtuvo una jugosa porción de puestos en el gabinete estatal. Luego de esas hermosuras, en el 2018, tanto Walton cómo Mejía apoyaron al candidato panista a la presidencia, Ricardo Anaya Cortés. Muchos de los hoy “convencidos lopezobradoristas” cercanos a Walton, no hicieron sino despotricar contra AMLO durante esa campaña; hoy, de manera cómica y grotesca, los mismos personajes llenan de elogios al Presidente de la República.

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Es seguro que Ricardo Mejía Berdeja no ganará la elección a gobernador en Coahuila este año, pero sí que creará un efecto favorable al PT, provocando que este ente político HAGA NEGOCIO, mucho más de lo que lo haría yendo en alianza con Morena / Verde, mediante la consecución de más espacios en ayuntamientos, congreso local y sabe Dios que más tácticas de negociación hagan buenas con el que se acerque, todo en beneficio de sus intereses personales y/o de grupo. Es una lástima que al Presidente le hayan jugado chueco y traicionado varios personajes a los que él, con toda su nobleza y confianza, confió, cómo (por tan sólo citar otro ejemplo) la hoy tristemente célebre Senadora Lilly Téllez.