La CNBV continúa en una situación difícil. Las fugas continúan: en los últimos meses se dio a conocer la salida de Itzel Moreno Macías, quien dejó la vicepresidencia de Supervisión Bursátil y Sandro García Rojas, quien dejó la vicepresidencia se Supervisión de Procesos Preventivos. En abril se anunció la llegada de Lucía Buenrostro como vicepresidenta de Política Regulatoria y hermana de la jefa del Servicio de Administración Tributaria (SAT), Raquel Buenrostro.

Por otro lado, se nombró a Aurora Cervantes como vicepresidenta de Normatividad; Víctor Manuel Carrillo en la vicepresidencia Jurídica; Jorge Pellicer Ugalde en la vicepresidencia de Supervisión de Banca de Desarrollo y Finanzas Populares, y Francisco Javier Vega Rodríguez, como titular de la vicepresidencia de Supervisión de Grupos e Intermediarios Financieros A.

A pesar de todos estos cambios, la constante sigue siendo la misma: la complicación de trámites y autorizaciones para nuevas instituciones y plataformas.

Se han recolectado una serie de testimonios sobre esta situación: “Marcelo De Fuentes, CEO de Fundary —la primera IFC autorizada por la CNBV— reveló en entrevista que a pesar de que la fintech ya está sujeta a monitoreo, solo recibieron la primera auditoría de prevención de lavado de dinero, y están a la espera de auditorías en materia de ciberseguridad, estabilidad y funcionamiento de su plataforma”.

En tanto, Mario Di Constanzo, extitular de la Condusef, afirmó para el mismo portal que: “...este año se van a poner bajo la lupa las capacidades de los supervisores bancarios. Habrá que ver qué sucede en los próximos meses, pero no podemos decir que como un órgano de supervisión la CNBV está respondiendo a lo que está pasando en el contexto del país”.

Y es que hablando del contexto del país, temas como la inclusión financiera parecieran no ser una prioridad y surgen los cuestionamientos sobre qué es lo que pasa con las autorizaciones de nuevas opciones de plataformas, SOFIPOS, SOFOMES, FINTECHS que contribuyen a que más mexicanos accedan al sistema financiero. Los resultados de la Encuesta Nacional de Inclusión Financiera (ENIF) 2021 muestran poco crecimiento y se registraron retrasos en esta materia en algunas regiones del país, es decir las personas han perdido o dejado de usar algún producto financiero, ya sea una cuenta de ahorro, crédito, seguro o Afore.