“El alma del traidor y la conciencia del tirano son tan negras como una noche de invierno.”

NÉSTOR MAJNÓ

“Ain’t it funny

All the twisted games

All the questions you used to avoid?

Ain't it funny?

Remember I brought her up

And you told me I was paranoid

You betrayed me

And I know that you'll never feel sorry

For the way I hurt, yeah

You'd talk to her

When we were together

Loved you at your worst

But that didn't matter”

(¿No es gracioso?

Todos los juegos retorcidos

¿Todas las preguntas que solías evitar?

¿No es gracioso?

Recuerda que la mencioné

Y me dijiste que estaba paranoica

Me traicionaste

Y sé que nunca te arrepentirás

Por la forma en que me duele, sí

Hablabas con ella

cuando estábamos juntos

Te amé en tu peor momento

Pero eso no importó)

OLIVIA RODRIGO

Para ser alguien que presume saber de historia, no hace más que repetirla. Además de forma editada, dejando de lado la apreciada —ampliamente reconocida— neutralidad de nuestro país.

Desde tiempo antes de que López Obrador asumiera la titularidad del Ejecutivo federal, optó por estar en el bando que quedó décadas rezagado. Dice admirar a Lázaro Cárdenas, pero en realidad su postura en diversos temas recuerda a los años 60s y 70s: una posición antiyanqui, de “revolucionarios” y guerrilleros trasnochados. Algo así como cuando Luis Echeverria pugnaba por la Universidad del Tercer Mundo y buscaba conformar un cinturón de naciones anti Estados Unidos.

Revivir la Guerra Fría, pero donde los desplantes del mandatario no quedan circunscritos a un intercambio diplomático epistolar. Cuando López Obrador habla del “bodrio” elaborado por el “departamentito” podrá jugar a que México es el de hace seis décadas y Estados Unidos también, mas todo ha cambiado de esos tiempos para acá. Especialmente por lo que a cuestiones de tecnología se refiere. Hoy, EU tiene maneras y medios para hacerse de información de inteligencia y producto de rastreos financieros que le permiten saber cómo y hacia dónde se manda dinero. Y máxime cuando esta información apunta a que nuestro país financia a gobiernos castrochavistas, a guerrilleros y a cárteles del narco.

Algo de cierto ha de tener la reciente afirmación que ha hecho el secretario de Estado norteamericano, Antony Blinken, donde quienes encontraron a los “culpables” del asesinato y secuestro de los estadounidenses en Matamoros, Tamaulipas, fueron los mismos narcos…

El gobierno estadounidense también alerta que la 4T y miembros de las Fuerzas Armadas de México violan derechos humanos. Aunque en realidad no es necesario que lo digan. Basta recordar la matanza de hace pocas semanas en Nuevo Laredo en la que militares asesinaron a un grupo de jóvenes. Más de 110 impactos de bala que provenían de los militares se hallaron; los chicos ni armados estaban.

Y el incremento en la violación de los Derechos Humanos solo continuará pues los militares no están entrenados para hacer funciones de seguridad pública.

Lo anterior sin olvidar la actuación de ciertos funcionarios del régimen; las formas en que vulneran DDHH son múltiples, empezando por el hecho de quien debería velar por las mencionadas garantías actúa como piedra.

Por si ello no fuese suficiente, la investigación que los Estados Unidos ha hecho de los procesos y actividades del Banco del Bienestar tiene a nuestro vecino país del norte en alerta máxima: lavado de dinero de los cárteles del narcotráfico y de bandas del crimen organizado.

Pero la 4T ha encontrado otras formas de traicionar a México y a la seguridad de la región de América del Norte. Financiar al gobierno venezolano entre ellas.

¡Y de qué cruel forma! Utiliza a Segalmex para financiar al régimen de Nicolás Maduro. Un robo a los esquemas de alimentación de los más pobres de México para enriquecer a un tirano.

De hecho, tanto la DEA como el Departamento del Tesoro de los Estados Unidos investigan a Segalmex por tráfico de fentanilo disfrazado de donaciones a Cuba y Venezuela.

López Obrador debería llamar a toda la caterva de individuos que estuvieron y siguen estando en Segalmex y exigirles cuentas. Empezando por el “buena persona” de Ignacio Ovalle.

Misma petición deberá hacer a los directivos del Banco del Bienestar, o al menos de las sucursales que están en el noroeste del país, donde han entrado más divisas que nunca, cuando ahí no hay ni siquiera gran cantidad de familias de migrantes a quienes enviarles remesas...

¿Qué tanto del lavado de dinero va a parar en Venezuela, Nicaragua, Cuba? Ojalá alguien le informe a López Obrador que la Corte Penal Internacional ha determinado que Maduro y Daniel Ortega cometen crímenes de lesa humanidad, así como torturas y malos tratos.

De forma reiterada, López Obrador financia y ayuda a regímenes dictatoriales de América Latina. Envía aviones para rescatar a Evo Morales y a la familia del ex presidente de Perú; manda dinero a El Salvador; “compra” balastro a Cuba, cuando hay más y de mejor calidad en México; trae médicos cubanos, cuando la relación laboral que tienen estos con el gobierno de Miguel Díaz-Canel es señalado por organismos internacionales como una forma de semi esclavismo.

Pero, eso sí, no hay dinero en México para quimios ni para los medicamentos oncológicos con que tratar a los niños con cáncer…

AMLO “reivindica” que siempre apoyaron a la hoy extinta URSS, en lugar de preguntarse qué sucede en los países de América Latina que han sufrido la pisada de la bota comunista. La 4T gasta el dinero de los mexicanos en invectivas que no sirvieron y nunca lo harán.

La 4T está financiando directa e indirectamente a gobiernos castrochavistas, a guerrilleros y a cárteles del narco. Con lo cual, más allá de si Manuel Bartlett se anima ir a Estados Unidos, la pregunta debe ser: López Obrador, al final de su mandato, ¿podrá pisar territorio de la Unión Americana? Lo que es más: ¿terminará tipo Augusto Pinochet en arraigo domiciliario?