Quizá no sea coincidencia que los comicios del día de ayer hayan tenido lugar un 6 de junio; fecha conocida como el “Día D” a saber, el desembarco aliado en las costas de Normandía en el contexto de la Segunda Guerra Mundial.

La oposición a AMLO lo ve seguramente como un signo del recuerdo de la lucha de la libertad contra la tiranía. Échese un vistazo a la extraordinaria caricatura de Paco Calderón .

Al momento de la redacción de este texto, se desconoce los resultados de los comicios electorales. Sin embargo, de acuerdo a las estimaciones, Morena ganará por lo menos 8 estados de los 15 en disputa.

A reserva de contar con la información oficial y las contancias de mayoría otorgadas a los ganadores, debemos celebrar un hecho que parece incontrovertible: el día de ayer una importante mayoría de los mexicanos empadronados ejercieron su derecho al voto. Esto sí que merece señalarse pues ello refleja una importante participación política, lo que permite, a su vez, legitimar el triunfo de los vencedores.

Sin embargo, esta celebración responde a coyunturas desfavorables. La profunda polarización política provocada por el discurso sobre la continuidad de la 4T, y desde el otro extremo del argumento, sobre la amenaza a la democracia, parece haber sacado a millones de mexicanos a las urnas .

Desafortunadamente, la violencia se hizo presente. Mientras un grupo de individuos vandalizaron casillas electorales en Metepec, Estado de México, hombres armados irrumpieron en la casa de campaña de un candidato al Congreso local en Moroléon, Guanajuato. Estos son únicamente dos menciones de actos atroces que se han sumado a la lista de hechos violentos que han caracterizado la campaña electoral, en la que más de noventa políticos han sido asesinados.

¿Qué veremos dentro de los próximos días?

En el caso de las estados cuya diferencia entre el ganador y el derrotado sea estrecha, los partidos políticos impugnarán – a la clásica usanza mexicana- ante las cortes, con la voluntad de contravenir las decisiones iniciales de la autoridad electoral.

¿Qué consecuencias tendrán los resultados obtenidos en el Día D?

Seguramente seremos testigos de una feroz contienda postelectoral, misma que será eventualmente dirimida por el Poder Judicial. Mientras tanto, bien vale prepararnos para discursos de victoria de ida y vuelta entre todos los partidos.

Así es la democracia mexicana.

Lo hemos normalizado.