El presidente López Obrador dedicó su mañanera para señalar y advertir que los videojuegos generan actitudes violentas en niños y adolescentes; pero que además, son canales inseguros mediante los cuales, los delincuentes pueden secuestrar, reclutar o cometer crímenes en contra de menores de edad.

Lo anterior, como la mayoría de los temas tratados en la mañanera de Palacio Nacional, volvió a crear tendencia y polarización en redes sociales. Algunos apoyando como siempre al presidente, y otros criticando también como siempre toda su postura.

Lo cierto es que el presidente López Obrador tiene algo de razón en el tema, y aunque la coyuntura nacional tiene otros asuntos más prioritarios y urgentes que se deberían atender desde ese púlpito, tampoco podemos ignorar que desde hace tiempo, niños y jóvenes vienen creciendo y formándose en un ambiente contaminado que puede propiciar su incursión en actividades delictivas, o fomentar una personalidad violenta en ellos.

De acuerdo a diversos estudios publicados por la Asociación Americana de Psicología, sí existe una relación entre el comportamiento violento de los jóvenes, con su exposición a videojuegos de este tipo. Durante el periodo en que los niños y adolescentes juegan de manera habitual este tipo de contenidos, su actitud puede llegar a variar y a ser afectada negativamente.

Por su parte, la Academia Americana de Psicología de Niños y Adolescentes confirma los mismos resultados, y ahonda en el papel que juegan este tipo de contenidos, en la forma en que las personas imitan la violencia; especialmente aquellos que tienen problemas previos de aprendizaje, comportamiento y emocionales.

Sin embargo y a pesar de que el presidente tendría argumentos para respaldar sus dichos, y fuera de la banalidad de las críticas sin sentido, forma ni fondo que se generan desde algunas granjas de bots de la derecha; la realidad es que lo cuestionable del asunto, es hablar de un problema, sin abordar cada una de las causas que en realidad lo generan.

Porque para empezar, además de los videojuegos, otro tipo de contenidos que ha contribuido a contaminar a nuestra juventud son precisamente las narco series. Aquellas que se han vuelto una apología del crimen, que idealizan a los mafiosos y han convertido en algo aspiracional y sencillo a todo ese mundo. Precisamente uno de los productores que más dinero ha hecho a costa de este tipo de contenidos es el propagandista número uno del gobierno, Epigmenio Ibarra, quien además de recibir financiamiento de las plataformas neoliberales en donde se difunden sus narco series, también recibe financiamientos especiales por parte de la banca de gobierno; privilegio que no recibe ninguna compañía de videojuegos.

También, los altos índices de desempleo y la lenta recuperación de la economía que aún sufre los estragos de la pandemia, son factores directamente relacionados con la escalada de violencia. Muchos jóvenes ingresan al hampa primero por la necesidad de ayudar en casa, para después terminar totalmente envueltos en un mundo que los consume y cambia para siempre. Aunque este gobierno ha lanzado algunos programas que podrían ayudar a reducir esta aparente necesidad, y con ello evitar que muchos jóvenes se conviertan en criminales, como las becas y los apoyos económicos. Pero se tendría que evaluar y debatir si los resultados y la estrategia han sido realmente positivos.

Por último, el factor quizá más importante e influyente en el incremento de niños y jóvenes que se vuelven violentos o ingresan al crimen, es el de la impunidad. Mientras no haya una eficiente procuración de justicia que garantice que quien la hace la paga, mientras sigamos viendo cada día (aunque no en la mañanera) videos de gente ejecutada en restaurantes, bares, estacionamientos o algún otro lugar público, sin que haya castigo para los responsables, y mientras se siga ignorando el problema en vez de atacarlo de frente; a muchos se les seguirá haciendo más fácil ese camino y terminarán formando parte de esta estadística negativa.

En resumidas cuentas: sí es culpa de Xbox, PlayStation y/o Nintendo, pero también es culpa de las narco series y los contenidos que idealizan a los criminales, de la falta de oportunidades y empleo, de un deficiente sistema educativo que no mejora, y de la gran impunidad que sigue imperando en un país en donde para muchos, es más fácil ser violento que honesto.